La ciudad es nuestra: corrupción policial en Baltimore | Series para gourmets >

Blogs

Lorenzo Mejino

Series para gourmets

La ciudad es nuestra: corrupción policial en Baltimore

David Simon se ha convertido indudablemente en el mejor cronista audiovisual de los problemas reales a todos los niveles de la sociedad estadounidense desde las drogas a los delitos de sangre pasando por la degradación de servicios básicos y la corrupción generalizada. La ciudad de Baltimore ha sido su laboratorio preferido desde hace décadas y ahora ha vuelto a ella con la excelente ‘La Ciudad es Nuestra’, su último trabajo.

En esta ocasión Simon y su socio George Pelecanos se han centrado en narrar casi en formato documental la historia real del auge y caída de la Gun Trace Task Force de Baltimore, una unidad especializada en localizar y retirar armas de fuego de las calles del estado de Maryland pero que se convirtió en un nido de corrupción policial a unos niveles nunca vistos.

Su narración en un formato no lineal nos permite conocer toda la evolución de la podredumbre institucional y policial de la ciudad de Baltimore en una de las series imprescindibles de 2022.

Ficha: La ciudad es nuestra / We Own this City 6 ep 60 m abr.may 2022 HBOMax (USA/ E)

Sinopsis: La historia de la Gun Trace Task Force de Baltimore, una unidad creada con el noble objetivo de retirar todas las armas de fuego de Baltimore y acabó siendo un nido de corrupción con todos sus componentes robando todo lo que pillaban tanto a delincuentes como a ciudadanos honrados que tenían la mala suerte de cruzarse en su camino.

Al frente de la unidad estaba el sargento Wayne Jenkins, un personaje al que vamos a seguir desde su entrada en el cuerpo de policía de Baltimore hasta su detención con un proceso judicial de lo más mediático con un final que se nos desvela desde las primeras escenas.

El inicio: Justin Fenton ( foto ) era un periodista de la sección de sucesos del periódico Baltimore Sun que hizo un gran trabajo de investigación sobre la corrupción policial de la Gun Trace Task Force. Su serie de artículos sobre el caso fue ampliamente elogiada por David Simon, que había tenido ese mismo trabajo y en el mismo sitio antes de dedicarse a las creaciones televisivas.

Simon le animó a Fenton para que escribiera un libro sobre esa historia de corrupción e incluso le puso en contacto con su editor para ayudarle a dar ese paso a la literatura.

El libro se publicó en 2021 con el título de ‘We Own this City. A True Story of Crimes, Cops and Corruption’ y antes de ser publicado, Simon recibió una copia adelantada que le envió a George Pelecanos ( izq) su socio y compinche creativo habitual, para recabar su opinión sobre una posible miniserie basada en esa historia.

A pesar de que ninguno de los dos escritores quería volver a cebarse sobre las miserias de Baltimore tras ‘The Wire’, la fuerza de la historia y los cambios que ha tenido la cuidad durante los últimos quince años les decidió a embarcarse en el proyecto que fue rápidamente comprado por HBO,  a la par de la publicación del libro.

Para escribirlo contaron con sus colaboradores habituales, como Ed Burns para los aspectos policiales y Bill Zorzi para los municipales, pero no dudaron en buscar algunas voces negras que hubieran sufrido en sus propias carnes los abusos policiales que se relatan, fichando al guionista D. Watkins, que cumplía esos requisitos.

Para dirigir la serie buscaron algo diferente que les diera también una mejor perspectiva racial y el elegido para dirigir toda la miniserie fue Reynaldo Marcus Green, un prometedor director negro nacido en el Bronx y que había dirigido ‘King Richard’ el biopic sobre el padre de las tenistas hermanas Williams y que le dio el Oscar a su protagonista Will Smith, aunque eclipsó ese hecho por su infame bofetada posterior a Chris Rock.

Green rodó en los escenarios naturales de Baltimore donde se produjeron los hechos y buscó plasmar de una forma cruda y sin miramientos a esa tropa de policías corruptos que campaban a sus anchas por Baltimore, haciendo bueno el titulo de ‘La ciudad es nuestra’ .

‘La ciudad es nuestra’ se estrenó esta primavera con la siguiente promoción tan explícita.


La recepción de la crítica ha sido excelente, describiéndola en muchos casos como una continuación del universo de ‘The Wire’ en la misma ciudad y adaptada a los nuevos tiempos.

La trama: ‘La ciudad es nuestra’ narra de una forma fragmentada y con continuos saltos en el tiempo hacia adelante y hacia atrás, la historia de la controvertida ‘Gun Trace Task Force’ que acabó en uno de los mayores escándalos policiales de la historia de los EEUU.

El formato va alternando las declaraciones de los policías corruptos una vez detenidos, con sus diferentes circunstancias personales sobre la forma en que se unieron a esa unidad especial y como acabaron cayendo poco a poco al otro lado de la ley, una visión que se muestra en la evocadora cabecera de la serie.

Uno de los primeros casos que vemos es una operación policial en un condado vecino a Baltimore que se va al garete por un soplo de los policías conchabados con los camellos y suministradores que iban a ser detenidos.

En paralelo vemos la llegada a Baltimore de Nicole Steele, una fiscal del Departamento de Justicia, perteneciente a la División de Derechos Civiles que viene a investigar una serie de denuncias oficiales sobre el Departamento de Policía tras el asesinato en sus calles de Freddie Gray, que dio lugar a importantes manifestaciones de repulsa por el racismo policial.

A través de los ojos de la fiscal, vamos a descubrir las estrategias maquilladoras de la alcaldía de Baltimore, que prefería primar el numero de arrestos sobre el trabajo policial efectivo que consigue condenas. De esta forma los policías eran animados a arrestar el máximo numero de personas posibles para vaciar las calles y evitar tiroteos, aunque casi todos salieran al cabo de unas horas.

Esa pasión por las estadísticas llevada al extremo, fue el mantra seguido por el cabecilla del grupo, Wayne Jenkins, que desde su entrada como un verde pipiolo, va a ir degenerando en su comportamiento, empezando por pequeños trapicheos hasta robar abiertamente dinero y drogas, para enriquecerse ilegalmente.

La perversión del sistema hacia que un personaje como Jenkins pudiera ser ascendido a sargento por sus elevadas cifras de arrestos, independientemente de sus consecuencias posteriores pasando por delante de policías mucho más efectivos a nivel de condenas, pero con unas cifras menos infladas de arrestos, algo que el propio Jenkins no dudaba en celebrar con sus compinches, como en el siguiente video.

La desfachatez de Jenkins y su grupo solo hacía que aumentar su codicia, robando todo lo que podían y en algunos casos hasta escondiéndolo de sus compañeros corruptos. La paradoja de robarles la droga a camellos para venderla de nuevo con otros suministradores describe a la perfección, sus reprobables prácticas como pueden ver en el siguiente video de una operación antidroga en un lavado de coches.
.

Una de las mayores virtudes de ‘La ciudad es nuestra’ es no intentar humanizar ni blanquear las figuras de Wayne Jenkins y su banda, intentando justificar sus motivos o ilustrando los aspectos más positivos de sus vidas como el amor a sus familias. David Simon los muestra como una organización criminal protegida por sus placas de policía que hacían y deshacían a su antojo por las calles de Baltimore.

Un aspecto curioso es que no tengan inicialmente ni el menor atisbo de culpa ni remordimiento por lo que hacen, porque se creen que son grandes policías por cumplir con la política del departamento de maximizar los arrestos, presentándose incluso como victimas de ese sistema.

El principal cambio con el universo de ‘The Wire’ viene dado por la ubicua presencia de los móviles en nuestra sociedad, lo que hace que cualquier arresto o detención policial sea grabado de forma simultanea por todos los teléfonos móviles presentes, por lo que en principio la policía debe andar con pies de plomo en cualquier atisbo de brutalidad, aunque luego a la hora de la verdad todo quedaba en agua de borrajas, enterrado por el propio departamento.

En algún caso se permiten el gustazo de hacer una persecución policial, algo nada habitual en las series de David Simon, que siempre han sido muchos más reflexivas y tranquilas que las habituales policiales, pero en esta ocasión nos ha regalado esta escena.

‘La ciudad es nuestra’ es una serie que busca indignar al espectador ante una historia real en la que prima la impunidad con que un grupo de personas puede hacer lo que le dé la real gana con personas inocentes sin tener que justificar sus acciones. Todo ello bajo la protección de sus mandos superiores que archivan o echan tierra por encima de muchas de las quejas, hasta que la llegada de la fiscal empieza a sacar esa mierda a paletadas.

‘La ciudad de nuestra’ me ha encantando de principio a fin, como todo lo que ha hecho David Simon, pero en esta ocasión el hecho de volver a su ciudad de Baltimore le añade un plus de realismo y dureza ante tanta oferta buenrollista y acomodaticia que vemos en determinadas ocasiones.

El regusto amargo que deja la serie al ver el nivel de corrupción de ese grupo de piratas con placa es una sensación necesaria para hacernos recapacitar sobre el papel de la policía cuando las estadísticas y las cifras pasan por delante del verdadero trabajo policial que básicamente es resolver y prevenir crímenes para aumentar la seguridad de los ciudadanos y no ser parte activa del problema de delincuencia.

Si les gustó ‘The Wire’ van a seguir disfrutando de lo grande con ‘La Ciudad es Nuestra’ que tienen disponible en la plataforma española de HBOMax que la estrenó con el siguiente tráiler.

Los actores:
Jon Bernthal tuvo unos duros inicios como actor en la primera década de este siglo, con pequeños papeles secundarios y apariciones en series como ‘The Class’ o ‘Eastwick’ que eran rápidamente canceladas.

Su salto de calidad lo dio al ser elegido para uno de los papeles más importantes del reparto inicial del bombazo que fue ‘The Walking Dead’ y posteriormente como el protagonista de ‘The Punisher’.

Bernthal trabajó con David Simon en ‘Show me a Hero’, que no dudó en llamarle para ofrecerle el papel protagonista de Wayne Jenkins, en la que ha sido su mejor interpretación hasta la fecha y de lejos.

Su mirada penetrante de psicópata que se niega a reconocer lo que ha hecho durante los interrogatorios va a seguir clavada en nuestra mente media hora después del final de cada episodio y Bernthal consigue que un cabronazo como Jenkins sea un personaje de lo más interesante.

La británica de origen nigeriano Wunmi Musaku ha desarrollado casi toda su carrera en el fértil campo de las miniseries británicas como ‘Dancing in the Edge’, ‘ Capital’ , ‘Kiri’ o ‘Luther’, hasta que ha dado el salto a los EEUU enlazando tres grandes personajes en ‘Lovecraft Country’ , ‘Loki’ y ahora en ‘La Ciudad es Nuestra’

Musaku esta brillante como una fiscal progresista e idealista que descubre horrorizada el racismo con que ha sido tratada la población negra de Baltimore, identificando rápidamente a los culpables pero con la dificultad de probarlo frente a un juzgado, como una especie de David jurídico frente al Goliath de la administración de Baltimore.

Jamie Hector le debe su carrera a David Simon y su personaje del jefe mafioso Marlo Stanfield en ‘The Wire’, pero luego ha tenido la habilidad de seguir trabajando en series tan diversas como ‘Heroes’ , ‘The Strain’ y sobre todo ‘Bosch’ como el fiel compañero del detective protagonista.

Jamie Hector sabe elegir muy bien sus papeles y en esta ocasión ha vuelto a acertar de nuevo con el personaje del atormentado detective de homicidios Sean Suiter que solo desea redimirse de un breve paso por esa unidad corrupta, pero no le va a ser nada fácil.

Por último mencionar al gran Josh Charles, nacido en Baltimore y furibundo fan de todos los equipos deportivos locales, que ha estado encantado de dar vida a Daniel Hersl, el peor policía de todo el grupo y eso que el listón estaba muy alto.

Charles muestra a su personaje como un verdadero canalla, racista y xenófobo, que detiene a todo lo de color que se mueva, sin importarle si es culpable o inocente, mostrándose como un completo desalmado, en un registro muy diferente al habitual conciliador que ha tenido en la mayoría de sus personajes.

Josh Charles tuvo su primer papel importante en la genial ‘Sports Night’ pero todo el mundo le recuerda por su gran abogado Will Chandler en ‘The Good Wife’, para bajar un poco el nivel con papeles más pequeños en ‘The Loudest Voice’ o ‘ Away’, para volver a su mejor nivel con uno de los personajes más odiosos y abofeteables que he visto estos últimos años.

Epílogo:

‘La ciudad es nuestra’ es una miniserie cerrada y de apenas seis capítulos por lo que no van a tener que invertir mucho tiempo en conocer una historia real de las que ponen los dedos de punta, pero que se debe evitar que se repita, por lo que para finalizar les dejo con el video de su rodaje.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

Propuestas para su menú televisivo

Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

Entradas recientes


julio 2022
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031