>

Blogs

Lorenzo Mejino

Series para gourmets

La Casa Guinness: problemas sucesorios en el mundo cervecero

Los dramas sucesorios familiares han sido siempre un género muy utilizado por los creadores de series para desarrollar conflictos como hizo la magistral ‘Succession’ que ha generado toda un ola de series que intentan replicar ese gran éxito, utilizando la formula magistral de la codicia entre los herederos para hacerse con el poder de los imperios familiares.

La última propuesta ha sido ‘La Casa Guinness’ que desarrolla una gran lucha fraternal entre  cuatro hermanos para controlar la poderosa cervecera irlandesa tras la muerte de su padre.

Esa lucha se enmarca en el complicado marco político de la época con un efervescente movimiento independentista en alza para conseguir separar la católica Irlanda del protestante Reino Unido, en una interesante, pero no excelente, creación de Steven Knight ( Peaky Blinders)

Ficha: La Casa Guinness 8 ep 60 min sep 2025 Cadena: Netflix (E)

Sinopsis: La muerte de Sir Benjamin Lee Guinness en 1866 abre el melón del reparto de su gran herencia entre sus cuatro hijos, tres varones y una hembra, que tienen ciertas aspiraciones de llegar al poder tras la muerte de su padre que dirigió la expansión de la cervecera Guinness con mano de hierro durante muchas décadas del S XIX.

La lectura del testamento no satisface a ninguno de los cuatro hermanos, en especial a los dos mayores que se ven obligados a compartir la dirección de la empresa, cuando siempre se han llevado como el perro y el gato, lo que va a generar enormes tensiones familiares.

El inicio:

Steven Knight es uno de los creadores más prolíficos del panorama británico desde su consagración con ‘Peaky Blinders’, con una gran capacidad para estrenar dos o tres miniseries de calidad cada año como las recientes, ‘Los Hombres del SAS’, ‘This Town’ o ‘ Mil Golpes’ .

En su incesante búsqueda de historias para nuevas series, Steven Knight descubrió en 2022 la crisis sucesoria histórica de la familia Guinness y empezó a investigar con una gran meticulosidad los hechos sucedidos escudriñando numerosos documentos de la época e incluso los archivos de la propia familia Guinness.

Tras estructurar la historia real, no tuvo mayores problemas para obtener el encargo de Netflix para una primera temporada de 8 episodios, con la premisa de una combinación de ‘Succession’ con ‘Peaky Blinders’ .

El rodaje se desarrolló en Dublín y en Manchester para reproducir lo más fielmente el entorno de la capital irlandesa en plena época victoriana, para ser estrenada a finales de septiembre con el siguiente tráiler promocional.

La recepción fue correcta pero sin llegar a los niveles del entusiasmo que han despertado sus series anteriores, ni a nivel de crítica ni de público.

La trama: ‘La Casa Guinness’ empieza su andadura con la muerte del patriarca del imperio cervecero sin que tengamos ninguna información previa sobre su personaje, por lo que nuestro primer contacto con la dinastía es a través de la presentación de sus cuatro hijos.

Primero conocemos al primogénito Arthur (Anthony Boyle, seg der) , despreocupado y amante de la buena vida londinense y sin mostrar interés alguno por los negocios familiares, algo que compensa su hermano menor Edward (Louis Partridge, seg izq) que es el hijo que ha estado trabajando codo con codo con su padre para aprender todo el negocio de la cervecera familiar.

La única hija es Anne ( Emily Fearn, der), una mujer muy inteligente pero que tras su matrimonio con un reverendo protestante ha quedado en una vía muerta familiar al considerar el patriarca  que es su marid el que se debe ocupar de ella. Por último tenemos al hijo pequeño Benjamin ( Fionn O’Shea, izq), adicto a todo tipo de sustancias y una auténtica piltrafa humana.

La lectura del testamento abre numerosas brechas entre los cuatro hermanos con la desheredación de alguno y la obligación de compartir poder entre dos de ellos, lo que provoca una situación de lo más tensa.

En un segundo nivel tenemos a las personas de confianza del círculo familiar con dos personajes muy interesantes como el capataz Sean Rafferty, el personaje que conoce todos los resortes de la fábrica y  es el poder fáctico en la sombra.

A ese mismo nivel, se encuentra un primo lejano Byron Hedges que va a ser el encargado de gestionar la expansión de la cerveza Guinness a Estados Unidos empezando por la gran colonia irlandesa de Nueva York.

La gestión del imperio cervecero se debe enfrentar a la creciente polarización de la sociedad irlandesa entre los católicos independentistas que son conocidos como Fenian y los protestantes que controlan todos los resortes políticos y económicos de Dublín con la familia Guinness como uno de sus principales estandartes.

Esa lucha religiosa va a afectar profundamente al problema sucesorio con graves enfrentamientos entre ambas facciones que en ocasiones suceden en los terrenos de la fábrica con el propio capataz Rafferty dirigiendo las operaciones contra los rebeldes irlandeses.

El nuevo estatus familiar provocado por el testamento es el hilo conductor principal, mientras vamos conociendo los secretos inconfesables de todos los hermanos que son utilizados entre ellos para minar sus parcelas de poder.

Un aspecto importante son las relaciones personales de los tres hermanos solteros varones con la realización de una especie de casting de mujeres prospectivas que les sirvan para mantener su posición, mediante matrimonios de connivencia.

Estas premisas sucesorias suelen dar mucho juego, pero en esta ocasión su creador no se ha roto mucho la cabeza y ha optado por desarrollar unas tramas bastante predecibles realizadas de forma muy solvente pero con una escasa capacidad de sorpresa.

La parte más interesante era cuando introducían las variantes políticas, las facciones independentistas y la expansión a EEUU, pero cuando se dedicaban al culebrón familiar, el nivel bajaba mucho por los evidentes errores de casting que han cometido que han lastrado mucho el resultado final.

Esas relaciones familiares y sociales van a sufrir todo tipo de altibajos durante los ocho episodios, aunque el principal problema es la mediocridad del reparto con los intérpretes elegidos para dar vida a tres de los cuatro hijos, a los que los personajes les vienen enormemente grandes y que no consiguen insuflarles ni transmitir emoción alguna.

Por suerte la presencia de dos grandes actores como Anthony Boyle, como el primogénito y sobre todo de James Norton como el espabilado capataz Rafferty salvan los muebles de una serie que me ha parecido interesante pero bastante por debajo del nivel que nos tiene acostumbrados Steven Knight en sus series televisivas.

Otro aspecto muy positivo es la excelente ambientación que han conseguido tanto a nivel de decorados como de vestuario que nos traslada de forma primorosa al Dublín de mediados del S XIX, como nuestra uno de sus protagonistas en el siguiente video que recorre esos lugares y que va a cerrar este apartado.

Los actores: Ya he mencionado el bajo nivel interpretativo de tres de los cuatro hermanos Guinness con la única excepción del irlandés Anthony Boyle que sigue con su reciente racha excelente de personajes que empezó con ‘Maestros del aire’ para seguir con ‘Shardlake’ , ‘Manhunt’ y sobre todo la fabulosas ‘No Digas nada’ .

Boyle está excelente como el primogénito que se ve obligado muy a pesar a codirigir la empresa familiar y a presentarse a cargos políticos contra su voluntad, con el peligro de sacar a la luz los trapos sucios de su complicada vida secreta privada.

No puedo decir lo mismo de Louis Partridge que interpreta a Edward el segundo hijo y que siempre ha sido el más interesado en continuar con la tradición familiar.

Partridge es un actor más famoso por sus relaciones que por sus trabajos televisivos como un desbocado Sid Vicious en ‘Pistol’ y un insufrible efebo en ‘Disclaimer’. Aquí no me ha hecho cambiar de opinión al verle siempre más preocupado por mostrar su ángulo bueno en la cámara que por darle cierta profundidad a su personaje que podía haber dado mucho más juego con otro actor más concentrado.

El mejor del reparto es James Norton como el capataz Rafferty, el esbirro/capataz en la sombra que lleva la gestión de toda la empresa cervecera con mano de hierro por encima de la indolencia y el pasotismo de casi todos los miembros de la familia propietaria.

James Norton es un magnífico actor como nos ha demostrado en series como ‘Happy Valley’, ‘McMafia’ o ‘Grantchester’ y más recientemente en ‘Rey y Conquistador’. Norton le da un tono ideal a un personaje de clase baja hecho a si mismo y capaz de todo por seguir ascendiendo en el escalafón social de Dublín, a la sombra de la familia Guinness

El final:

‘La Casa Guinness’ es una serie muy correcta y entretenida que no les va a hacer replantearse su suscripción a Netflix, lo que me consta que para muchos de ustedes es razón suficiente para darle una oportunidad.

Para finalizar les voy a dejar un video en el que detalla el exquisito making off de esta interesante serie de época.

Espero sus opiniones y comentarios, aquí o en mi cuenta de X (@lmejino), o en BlueSky ( @lmejino.bsky.social )

Lorenzo Mejino

Propuestas para su menú televisivo

Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

Entradas recientes


noviembre 2025
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930