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Lorenzo Mejino

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Highlander ( Los inmortales): Solo puede quedar uno al final

La palabra transmedia ha sido uno de los nuevos términos televisivos del nuevo siglo utilizada para aglutinar conceptos multidisciplinares que de hecho se llevan realizando desde hace décadas en el entorno audiovisual, pero que la introducción masiva de Internet parece haber inventado y descubierto.

En el campo de las series televisivas, hoy les vamos a hablar de una serie que es un magnifico ejemplo de la época pre-transmedia, con la saga “Highlander”, también conocida aquí como “Los Inmortales”, que nació como un éxito inesperado en las pantallas cinematográficas, que dio lugar a diferentes secuelas, libros, cómics y finalmente a la serie televisiva que va a ser objeto de nuestro análisis del recuerdo de cada viernes.

Es una serie bastante peculiar, mas pionera en abrir nuevos caminos en las producciones y distribuciones internacionales, que en el propio valor intrínseco de la misma, pero muy representativo de cierto tipo de televisión sindicada que tuvo cierta importancia en la última década del siglo XX, como les vamos a mostrar a continuación.

Ficha: Highlander (Los Inmortales) 119 episodios. 50 min    Oct 1992-May 1998 Cadena: Sindicación (USA)-TF1 (F) – Telecinco (E)

Sinopsis: Duncan Mcleod es un descendiente del clan escocés de personajes inmortales de Connor McLeod, que en la actualidad regenta junto a su novia Tessa, una pequeña tienda de antigüedades, intentando pasar desapercibido y alejado de las luchas ancestrales que sostienen los inmortales entre ellos, conocidas como “El Juego” hasta que solo quede uno de ellos al final.

Descubierto por uno de sus enemigos seculares, Duncan se ve obligado a participar activamente en “El Juego”, dando origen a las historias de la serie.

El inicio: Las historias de “Highlander”, nacieron de un trabajo universitario en UCLA, por parte del estudiante Gregory Widen, que en un viaje por Escocia al ver una armadura, empezó a elucubrar sobre lo que podría pasar si siguiera vivo en la actualidad ese personaje.

Ese trabajo en forma de guión fue comprado por la productora Cannon, para producir la primera película con el francés Christopher Lambert como protagonista y con el artesano neozelandés Russell Mulcahy como director, con el siguiente trailer.

La película no fue lo que se dice un éxito de taquilla, pero en cambio se convirtió en un bombazo de videoclub, con una gran popularidad de culto en todos los confines del mundo, lo que propició la producción de una serie de secuelas en forma de películas para alimentar la demanda sobre Connor McLeod y sus luchas a espada, con clara vocación de serie B.

Sus avispados productores Peter Davis y Bill Panzer empezaron a sondear la posibilidad de convertir su franquicia en una serie semanal y gracias a los contactos locales de Christopher Lambert, se pusieron en contacto con la poderosa distribuidora francesa Gaumont, que había fundado una división televisiva y buscaba proyectos interesantes para posicionarse en el mercado y “Highlander” les pareció una oportunidad inmejorable, comprando los derechos televisivos para hacer la serie.

Gaumont decidió plantearlo como una coproducción franco-canadiense, rodada entre Vancouver y Paris, para venderla en los EEUU, por el sistema de sindicación que era el utilizado por “Baywatch” o “Silk Stalkings” por el que vendían la serie directamente a las emisoras locales, en lugar de hacerlo en una cadena de alcance nacional que es el camino habitual, mientras que en Francia se emitiría por la cadena principal TF1, como producto francés.

Uno de los principales escollos de la serie, fue la negativa rotunda de Christopher Lambert a seguir con su personaje Connor McLeod, a nivel semanal, lo que obligó a replantear la historia, dándole el protagonismo a otro miembro de su clan, Duncan McLeod, también inmortal, tras pasarle el testigo a su sucesor encarnado por el actor Adrian Paul, en el piloto, que fue la única aparición de Lambert en las series.

Con ese cambio, siguieron en ese mismo universo mitológico, como se encargaban de explicar en el prefacio de la cabecera, donde explicaban la premisa inicial de la inmortalidad, hasta que entraba el “Princes of the Universe” la canción de Queen que se convirtió en la sintonía de la serie desde el primer episodio.

La serie fue muy bien acogida por los seguidores de la saga, a pesar del sistema de distribución que hacía que la serie se emitiera en todas las emisoras locales a horas y días diferentes, según sus propias conveniencias, pero pasando totalmente desapercibida cuando no menospreciada por la escasa crítica que se atrevió a verla.

La trama: La serie se plantea desde el principio como una lucha para alcanzar el poder final por los dos bandos principales de inmortales, que encarnan más o menos el bien y el mal, que deben ir eliminándose hasta que solo quede uno de ellos, con los humanos como una especie de convidados de piedra de esas luchas ancestrales a muerte.

Los enfrentamientos tenían unas reglas de honorabilidad muy claras, que debían seguirse al pie de la letra, para conseguir finalizar con el enemigo y eliminarlo para siempre. Dichas reglas se pueden resumir en tres,

a) Los enfrentamientos son con arma blanca, con prohibición absoluta de utilizar armas de fuego, finalizando con la decapitación del contrincante, que traspasa sus poderes al vencedor de forma inmediata,

b) No se puede luchar en tierra sagrada de la religión  que sea ( iglesias, cementerios, templos, etc)

c) Deben mantener oculta su condición de inmortales en un completo anonimato

El protagonista Connor McLeod tiene cuatrocientos años y lleva su inmortalidad más como una maldición que como un privilegio, desencantado de ver como las personas a las que quiere, envejecen y desaparecen de su vida, lo que le proporciona un cierto aire apesadumbrado del que solo se libera cuando debe luchar por seguir existiendo.

En su bando tiene a Tessa su novia actual y a Richie un ladronzuelo que descubre en el piloto la naturaleza inmortal de Duncan, al presenciar involuntariamente una pelea entre inmortales con Duncan involucrado, que lo recoge como su discípulo, para formarlo en el manejo de la espada como pueden ver en el siguiente vídeo

La estructura de los episodios era bastante repetitiva, con la aparición de un grave peligro semanal en forma de inmortal que intenta cortarle la cabeza o de mortal villano que quiere descubrirlo y sacarlo a la luz, lo que llevaba a una serie de peripecias, en forma de pequeñas escaramuzas, hasta llegar a la escena culminante que era la gran pelea a espadas final, donde la maestría de los especialistas, predominaba sobre cualquier atisbo de actuación.

El siguiente vídeo les muestra el magnifico nivel de las larguísimas luchas en las que se metía Duncan McLeod cada semana.

Con el paso de las temporadas la serie fue evolucionando y renovando el elenco, empezando por la llorada desaparición de Tessa, la novia de Duncan en la 2T y la aparición de una sociedad denominada “The Watchers”, que eran una especie de árbitros de las luchas entre inmortales, llevando al día el marcador de inmortales y documentando todas las historias de esos seres.

En la cabecera de la 3T, son mas que apreciables esos cambios en el reparto.

El sistema de rodaje, mitad de temporada en Vancouver, mitad en Paris, unido a un presupuesto más bien escaso, era la causa principal de la gran irregularidad de la serie, que se notaba en especial en los episodios franceses, por el nivel inferior de los actores y de los medios disponibles.

Personalmente, nunca me sentí muy atraído por el universo “Highlander”, a excepción de la película inicial, que es lo mejor de todo y con diferencia.

La serie la empecé a ver por curiosidad, pero pronto descubrí que era una operación comercial para aprovechar el filón, ofreciendo a sus acérrimos seguidores un esquema muy cerrado cada semana, con el reparto de mandobles como momento estelar para que disfrutaran con su producto preferido, en especial los adolescentes ávidos de acción y cabezas cortadas.

Además, la serie se lo tomaba todo demasiado en serio, con una solemnidad y seriedad que no se correspondía con los medios utilizados, lo que repercute en un cansancio del espectador, cuando ha sido testigo de la amenaza de muerte  número ochenta y cuatro para nuestro inmortal, como si se fuera a acabar el mundo cada semana.

Otro de mis problemas graves eran las limitaciones del actor protagonista Adrian Paul, con unos deltoides y unos tríceps mas expresivos que su cara, que lógicamente daba el pego con la espada en la mano, pero incitaba al harakiri del espectador, en los momentos que debía interpretar o decir dos frases seguidas

Supongo que si me hubiera pillado más joven, la novedad me habría interesado más, pero en esa época le vi las costuras demasiado rápido y tras darle más oportunidades de las que se merecía acabé dejándola en la 2T, sin demasiada curiosidad por seguir las andanzas de Duncan McLeod, pero si pillaba algún episodio en mis viajes, lo dejaba de fondo para ver si había alguna novedad reseñable.

De todas maneras soy consciente de que para algunas personas, “Highlander” le va a traer grandes recuerdos de su juventud, lo que siempre es motivo de regocijo, pero en ese caso si que les recomiendo que no intenten revivirlos, porque el paso del tiempo ha sido implacable con la serie.

En este caso siempre es mejor quedarse con ese recuerdo agradable, si lo tienen, de imitar a Duncan o Connor McLeod con una espada frente al espejo, en especial si tienen presentes a cualquiera de los siete reinos de “Juego de Tronos”, avisados están.

Los actores:
Adrian Paul era un desconocido modelo y bailarín británico que empezó a actuar como un bailarín ruso durante varios capítulos de “Los Colby”, pero que sorprendentemente fue elegido frente a otros actores más conocidos para interpretar a Duncan McLeod, básicamente por sus conocimientos previos de artes marciales y su facilidad para aprender las coreografías de lucha y hacerlas creíbles.

En el aspecto guerrero cumplía a la perfección, pero como actor dejaba mucho que desear y esas carencias se han notado en su carrera posterior, prácticamente inexistente, excepto algunas apariciones secundarias en películas de serie B. Tengan en cuenta que si ni ha sido considerado para salir en el reparto de las diferentes versiones de “Los Mercenarios”, su nivel no es para tirar cohetes precisamente.

La cuota francesa de la producción la cumplía inicialmente la actriz belga Alexandra Vandernoot como Tessa la novia del inmortal Duncan, que por lo menos era una buena actriz que ha aparecido en muchas series y películas importantes del país vecino como “La cena de los idiotas” o recientemente “Innocente”.

La propia actriz pidió abandonar la serie, cansada por el escaso recorrido de su personaje de novia desvalida de inmortal, saliendo en la 2T para seguir con su buena carrera en Francia.

Otro desconocido Stan Kirsch, fue el elegido para interpretar al joven discípulo de Duncan , Richie Ryan, donde actuaba a un nivel similar al de su mentor inmortal, lo que no es precisamente un cumplido en este caso. Su carrera se limita de forma casi exclusiva a esta serie y a este personaje, pero teniendo en cuenta que ni me acordaba de su presencia en la serie, a diferencia de sus compañeros, mucho impacto no me dejó.

El mejor actor del reparto era Jim Byrnes, que perdió las dos piernas en un accidente de coche cuando era joven, pero que  ha utilizado su minusvalía para trabajar con bastante frecuencia en series y películas rodadas en la zona de Vancouver donde reside. Su primer papel importante fue una gran serie como “Wiseguy”, donde era el controlador en la sombra del agente encubierto desde su silla de ruedas.

Enlazó ese papel con su entrada en la 2T de “Highlander”, donde permaneció hasta el final, como Joe Dawson, en un papel similar de vigilante y arbitro de las luchas entre inmortales. Luego ha ido alternando sus papeles televisivos en series como “Sanctuary” con una importante carrera como músico de blues, con varios premios y discos de oro en su poder.

Por último mencionar la entrada de otro buen actor a mitad de la serie como es Peter Wingfield, que interpreta a Methos, el inmortal más viejo, superviviente con casi 5000 años de antigüedad, que permitía dar algo mas de profundidad histórica y misteriosa a la mitología de la serie,

El gales Wingfield ha trabajado con mucha regularidad a ambos lados del océano en series como “Queen of Swords” o la longeva británica “Holby City”, aunque recientemente se ha casi retirado de la actuación para volver a su pasión de juventud, la medicina.

El final,secuelas y películas:

La serie debía finalizar en principio al final de la 5T, con la muerte dramática de uno de los personajes principales, pero finalmente los productores decidieron continuar un año más, pero con una estrategia bastante extraña, ya que debido a los compromisos de los actores supervivientes, estos no podían aparecer en todos los capítulos de la temporada.

La solución es digna de estudio, porque utilizaron la primera parte de la temporada, para hacer una prospectiva de posibles pilotos para secuelas con inmortales femeninas, que protagonizaban cada episodio, con la ayuda del actor que podía salir del elenco principal, como muestra su cabecera.

Finalmente la ganadora fue Raven, a la que le dieron su propia serie como secuela de la principal titulada “Highlander: The Raven”, a partir del personaje de Amanda, uno de los mas populares de las últimas temporadas, con la siguiente cabecera.

La secuela era mala con avaricia y fue defenestrada al final de su única temporada, al conseguir una atención similar a la de un concierto de grillos nocturnos, lo que significó el final del formato serie de “Highlander”, por ahora….

La rama principal se cerró con dos películas para seguir estirando el filón con Adrian Paul, la primera se llamó “Highlander:Endgame”, que supuso la vuelta de Christopher Lambert, al unir ambos mundos el televisivo y el cinematográfico y que solo entuasiasmó a sus fans.

Por último en 2007, intentaron resucitar de nuevo la saga con otra película “Highlander: The Source”, con Adrian Paul, saliendo de las listas del paro para retomar su personaje, como pueden comprobar en el trailer

La nula repercusión que tuvo este último intento, ha dejado al clan McLeod hibernado por el momento, aunque si usted ha sido un fiel seguidor de la serie, no descarte un nueva resucitación del personaje, porque al fin y al cabo son inmortales y nunca se sabe lo que puede pasar por la cabeza de un ejecutivo de una cadena o de un productor.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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