Es curioso encontrar a un cocinero que, habiéndose especializado en un plato, no quiera que se hable de su especialidad. Al fin y al cabo los anuncios y las tarjetas de muchos restaurantes son conocidos por su retahíla de “especialidad en…” y la larga lista de platos que van desde el marisco hasta la caza.
Iñaki Izaguirre en su Labeko Etxea de Irún es un caso extraño. Premio Nacional de Gastronomía hace ya muchos años y un cocinero con un largo recorrido, hace un cordero fantástico y no quiere que se hable de él. No sé si será porque él mismo tiene la sensación de que hacer un cordero es una cosa fácil y que no tiene grandes secretos, pero como todo en un oficio tan duro, los puntos de cocción, las temperaturas y la selección del producto, es decir, los secretos, son cosas que se aprenden a base de años.
Muchas veces la cocina no está en comprar los aparatos necesarios para copiar una receta, sino en haber aprendido lo suficiente como para saber que en la sencillez está el gran momento para que los comensales disfruten de tu comida. Porque aunque a Iñaki le apetezca que se hable de su cocina más elaborada (que también detsaca y que hay que probar) yo creo que se puede disfrutar de ese precioso entorno del restaurante Labeko Etxea con su magnífico jamón, un buen cordero y un buen vino. La tertulia del final es opcional pero siempre recomendable.