Corría el año 1950 cuando Le Monde advertía sobre la llegada de la Coca Cola que representaba “una amenaza a todo aquello que representa la cultura francesa”. Basándose en el hecho de que los jóvenes iban a perder la costumbre y el gusto por el vino. Incluso se llegó a presentar una ley que prohibiera la venta de bebidas consideradas “peligrosas” como la bebida negra. 

Tuvieron que pasar algunos años (años en los que Coca Cola incluso pensó en retrirarse del mercado francés), muchas reuniones con representantes sindicales y partidos políticos (comunistas y socialistas) con promesas y cientos de miles de dólares de la época en conseguir una mejor distribución del vino francés en los E.E.U.U. para que se introdujera en el mercado.

Pues ese país que tanto defendía su bebida nacional de la manera más pueril ahora intenta pasar una ley que prohiba la degustación gratuita del vino. Así de sencillo. Además de ser uno de los países más duros con las tasas de alcohol en carretera, además de querer equiparar el vino con las drogas, ahora pretenden que las bodegas no puedan dar a degustar sus vinos en ferias y exposiciones. ¿Alguien se imagina Vinexpo sin poder probar vinos? ¿Alguien se imagina el momento de las catas en premier sin poder probar los vinos o haciéndolo previo pago?

En fin, lo que cambian los políticos en 50 años.

Blog escrito escuchando: Frank Sinatra. The Reprise Years.