Alberto Moyano

1) Bruce Springsteen y The Street Band ofrecen mañana en el Estadio de
Anoeta su primera actuación donostiarra en 35 años de carrera, entre
rumores de que será la última gira del artista con su banda, una
especulación como cualquier otra.

2) Para alguien cuyo primer contacto con el rockero de New Jersey se
remonte a los setenta o primera mitad de los ochenta resultará
asombroso la cantidad de material irrelevante que ha publicado el
‘Boss’ en los últimos años. El hombre ha pasado de componer ochenta
canciones para un disco de catorce o veinte -lo que ha dado lugar a una ingente cantidad de material inédito recuperado luego parcialmente en ‘Tracks’- a incluir temas y temas de relleno. La producción de las grabaciones, por su parte, ha pasado del preciosismo al cada vez mayor puré sonoro.

3) Sin embargo, el punto fuerte sobre el que se ha levantado su carrera han sido los directos. En sus concierto, repertorio, sonido, ambiente, iluminación y puesta en escena pueden ser muy importantes pero palidecen ante un factor: la intensidad. Ahí, Springsteen no ha tenido rival.

4) El músico y los miembros de su banda han bajado el pistón, pero como el nivel del que vienen es estratosférico aún sigue quedando muy alto y, desde luego, fuera del alcance de la mayor parte de las estrellas de su generación. En el escenario, Springsteen se comporta como un fan de Springsteen en un concierto de Springsteen. Por eso, el grado de identificación del público con su ídolo resulta descomunal y es el punto sobre el que pivota el espectáculo.

5) El bajón en las composiciones se solventa mandando al baúl de los recuerdos el grueso de las más recientes y echando mano, tal y como está haciendo en esta gira, de los clásicos indestructibles de su época gloriosa, incluyendo temas que durante tres décadas han sido un autoimpuesto tabú, tipo ‘Drive All Night’ o ‘Point Blank’.

6) Aún quedan un puñado de entradas a la venta. Con la hiperinflación de la oferta, el tirón de cualquiera es limitado. La crisis acecha y los tiempos en los que U2 reventó en horas parece que ya han pasado.