Alberto Moyano

“La inteligencia creativa -eso que los fácticos llaman pulsión mentirosa- produce en quien la padece efectos similares a los del whisky: el primer trago cuesta, el segundo va más fácil y a partir del tercero ya todos entran solos. Invariablemetne, el resultado, no hace falta decirlo, es una resaca monumental. Y a punto estamos de entrar en esa fase.

Antoñana -¿he contado ya lo supermajo que es?- está lo que en los parqués financieros se llama ‘out of control’. Va por libre. Ha olvidado quién le creó. O sea yo. Bueno, primero Tito, pero luego yo. Fui yo quien supo adivinar todo el potencial que se ocultaba bajo ese perfil neutro de corbata y maletín.

Hoy ha anunciado a la prensa que mañana estaremos en primera. “De todos los periódicos”, le ha faltado añadir. Y Juanma, que no puede ver una fanfarre sin sacar corriendo los platillos, igual. A veces creo que todo este esfuerzo no merece la pena. Menos mal que la gente es supermaja y lo está entendiendo todo a la primera. En fin, mañana habrá que echar la culpa de todo a los chupópteros, a los fácticos, a los que no aman nuestros colores y al empedrado

Como esos padres de la Donosti Kap. Venga ir a los fácticos con el cuento de que yo alienaba jugadores mayores o que colocaba el balón en el punto de penalti para amedrentar al portero rival.

¡Así me agradecen mis esfuerzos por forjar campeones! Ellos me entregan niños burgueses con sobrepeso y yo les devuelvo campeones. ¡Sí, lo hice! ¡Pero por ayudarles a forjarse un carácter de hierro! Que vayan viendo lo que se van a encontrar fuera! ¡Que salgan al mundo preparados para lo que se van a encontrar! ¡Que mucho loco por ahí suelto,  hombre, por dios!”