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Asier Manrique

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‘Psicosis’: Mucho más que la escena más famosa de la historia

PsicosisPSICOSIS

Título original: Psycho

Año: 1960

Duración: 109 minutos

País: Estados Unidos

DirecciónAlfred Hitchcock

GuionJoseph Stefano (Novela: Robert Bloch)

MúsicaBernard Herrmann

FotografíaJohn L. Russell (B&W)

RepartoAnthony Perkins, Janet Leigh, John Gavin, Vera Miles, John McIntire, Martin Balsam,Simon Oakland y Patricia Hitchcock

ProductoraParamount Pictures

Género: Terror / Thriller

Marion Crane, una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman Bates, que vive en la casa de al lado con su madre. (FilmAffinity)

Todo el mundo ha visto ‘Psicosis’. Bueno, no todo el mundo, pero sí que todo el mundo ha visto algo de ‘Psicosis’, aunque sea la famosa escena de la ducha. Hablar de una película como esta da, como mínimo, respeto. Es complicado decir cosas nuevas de una cinta tan famosa, tan analizada y tan vista como esta, y qué decir de su director, Alfred Hitchcock.

¿Qué decir entonces de ‘Psicosis’? Pues que se trata de mucho más que la escena más famosa de la historia, la de la ducha. Se trata de una película con el MacGuffin más famoso de la historia, puesto como ejemplo en toda escuela de cine. Se trata de un auténtico tortazo a unos espectadores acostumbrados a que todo fuera tal y como se esperaban. Se trata de una película que apuesta por el blanco y negro cuando el cine ya abandonó el blanco y negro. O se trata del ejemplo más claro de cómo una película puede elevar a los altares a un actor y, al mismo tiempo, atraparlo eternamente en un personaje: Anthony Perkins. Y para que todo sea mejor, voy a desarrollar cada punto como merecen este gran director y esta gran película.

Empezando por la escena de la ducha, está todo escrito sobre ella. Se tardó días en rodarla. Toma tras toma, repetición tras repetición y plano a plano, esta escena de unos pocos instantes es el centro de la película, pero también el punto álgido. Las caras, las sombras, la cortina, el agua cayendo y el desconcierto total en el que sumerge al espectador ensalzan como pocas veces una secuencia como esta. Nunca un desagüe funcionó tan bien, y nunca una sombra hizo tanto por aterrorizar al espectador. Aunque se vea miles de veces, incluso fuera de la película, pilla por sorpresa y atiza al espectador. Cine.

Psicosis

El MacGuffin, ese término unido inevitablemente al cine de Hitchcock. El personaje de Janet Leigh, Marion Crane, protagonista de la primera mitad de la cinta, roba un dinero en su empresa y se escapa. Toda la primera mitad de la película, hasta que llega al motel, incluso una vez está en el motel, estamos preocupados por qué le pasará, cómo le pillarán, cómo terminará o cómo saldrá de ese enredo. Pues [SPOILER] todo esto da igual por lo que he comentado en el párrafo anterior, porque ella es la victima de esa famosa escena de la ducha [FIN SPOILER].

Siguiendo con el anterior párrafo, esa muerte supuso un auténtico tortazo a los espectadores. Acostumbrados a una forma de hacer cine más previsible, donde los pretextos iniciales se mantienen hasta el final, la escena central de la película rompió todos los esquemas de los espectadores. ¿La primera hora de la película no sirvió para nada? ¿Qué había pasado con la protagonista? ¿Y ahora qué ocurre? Apenas un par de minutos y todo cambió, un giro brusco que hizo historia y que explica bien la razón del éxito de la película.

El blanco y negro es otra de las señas de identidad de la película. En los años 60 ya se llevaba haciendo cine en color mucho tiempo, y el blanco y negro ya fue dejando paso al color. Con este escenario, Hitchcock abandonó el color para rodar su “obra maestra” en blanco y negro. Si quieres ver esta película en color deberás ponerte la versión (copia descarada) de ‘Psicosis’ que dirigió, copiando plano a plano, Gus Van Sant. Pero te darás cuenta de que el color resta, y mucho.

Y, para ir terminando, el reparto merece su mención. Janet Leigh es la típica chica Hitchcock. Pero si hay un protagonista es Anthony Perkins. El actor llevaba años trabajando y creciendo en Hollywood, pero fue gracias a Norman Bates que alcanzó la cima absoluta de su carrera. Es uno de esos personajes que definen, marcan y condenan una carrera para siempre. Perkins nunca pudo desquitarse del personaje, y tuvo que interpretarlo en sus secuelas, a cada cual peor. El actor, fallecido a causa del sida, fue, es y será Norman Bates por siempre. Aprovecho para mencionar a un joven Freddie Highmore, que no sale en esta película y al que vemos ahora en ‘The Good Doctor’, que interpretó durante las cinco temporadas ‘Bates Motel’ a la versión joven de Norman Bates como el caso opuesto al de Perkins. Mientras Highmore se ha valido de Bates para dar el salto, Perkins vivió con él el encasillamiento más descarado y doloroso.

Lo mejor: Es historia del cine, hizo historia en el cine y sigue siendo referencia en este mundo.

Lo peor: Que tal vez no causa la sensación esperada porque todo el mundo sabe cómo termina.

Psicosis

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