‘El viaje de Chihiro’: “Aunque a veces no lo recordemos, nada de lo que sucede se olvida”
EL VIAJE DE CHIHIRO
Título original: Sen to Chihiro no kamikakushi
Año: 2001
Duración: 124 minutos
País: Japón
Dirección: Hayao Miyazaki
Guion: Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Fotografía: Atsushi Okui
Productora: Studio Ghibli / Tokuma Shoten / Dentsu / Toho
Género: Animación / Fantástico / Aventuras
Sinopsis: Chihiro es una niña de diez años que viaja en coche con sus padres. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, sólo para los dioses de primera y segunda clase. Cuando descubre que sus padres han sido convertidos en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada. (FilmAffinity)
Hay algo que tiene la animación japonesa que nunca conseguirá la animación estadounidense: alma. Las películas de animación japonesas, el anime, son historias tan personales como truculentas, y a la vez tan brillantes como soñadoras. Una mezcolanza que nos sumerge como espectadores directamente en un mundo de sueños del que no queremos escapar. No están hechas para que en el momento preciso llores, están hechas para que seas parte de la historia. Ese aspecto tan poco medido de la emoción hace que película como ‘El viaje de Chihiro’ no solo sean grandes películas de animación, son una experiencia en sí mismas.
Evidentemente, no toda la animación estadounidense es mala, ni muchísimo menos. Pixar y Disney, por poner dos ejemplos, han hecho y hacen películas excelentes. En este espacio he dado cuenta de ello con películas como ‘Buscando a Nemo‘, ‘Coco‘ o ‘Toy Story 3‘. Pero es que el caso de la animación nipona está más cerca de casos como ‘Klaus‘, cintas de animación que mantienen una esencia especial propia del lugar donde se hace y que, a pesar de ese aspecto local, son igualmente universales.
‘El viaje de Chihiro’ es una de esas películas que no serían posibles en Estados Unidos. La propia naturaleza de la animación japonesa de mezclar fantasía y realidad, magia, folklore popular, etc. hacen de esta película y otras de Studio Ghibli únicas. Y a pesar de renunciar a códigos internacionales, es una cinta igual de disfrutable en Osaka, Ciudad del Cabo, San Sebastián o Montevideo.
‘El viaje de Chihiro’ podría considerarse una montaña rusa. Pasamos de momentos realmente tiernos a oscuros. La película nos lleva desde el terror a los momentos más brillantes. De la comedia al drama. Este navegar entre géneros dota a la película de una entidad especial. Esta entidad hace que sea igual de disfrutable por una niña de 10 años que por una anciana de 80. Si la historia consigue capturarte no te soltará.
Y como en un momento de la película se menciona: “aunque a veces no lo recordemos, nada de lo que sucede se olvida”. Esto mismo ocurre con ‘El viaje de Chihiro’. De estas películas que guardas como oro en paño en un lugar muy especial de tu corazón. Tal vez no la veas nunca más, o la devores una y otra vez, pero será de estas películas que ocuparán para siempre un lugar especial en tu memoria.
Debes ver ‘El viaje de Chihiro’ porque como el viaje que cuenta esta película es un camino a la madurez. Ni Chihiro ni tú saldréis igual de ella. Déjate llevar por la magia del anime, saca al niño que llevas dentro y viaja a un mundo de sueños del que no querrás salir.
Lo mejor: Consigue implicar al espectador en el propio viaje de la protagonista.
Lo peor: La cantidad de pequeñas historias que se sobreponen puede distraer un poco. Nada grave, en todo caso.
