LA MUERTE TENÍA UN PRECIO
Título original: Per qualche dollaro in più
Año: 1965
Duración: 132 minutos
País: Italia
Dirección: Sergio Leone
Guion: Sergio Leone y Luciano Vincenzoni
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Massimo Dallamano
Reparto: Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Gian Maria Volonté, Mara Krupp, Luigi Pistilli, Klaus Kinski, Joseph Egger, Panos Papadopulos, Benito Stefanelli, Roberto Camardiel, Aldo Sambrell, Luis Rodríguez, Tomás Blanco, Lorenzo Robledo, Dante Maggio, Sergio Mendizábal, Diana Rabito, Giovanni Tarallo, Mario Meniconi y Mario Brega
Productora: Produzioni Europee Associati (PEA)
Género: Western
Sinopsis: Dos cazadores de recompensas que buscan al mismo hombre deciden unir sus fuerzas para encontrarlo, aunque las razones que los mueven son completamente diferentes. Su título original ya sugiere que es la continuación natural de “Por un puñado de dólares”, dirigida por Leone un año antes. (FilmAffinity)
El cine de momento no ha conseguido transmitir el olor, pero todo se andará. Quién nos dice que en unos años no oleremos el sudor de los actores, el césped recién cortado de esos impolutos jardines ingleses o el asfixiante olor que debe tener la ciudad donde se sitúa ‘Blade Runner‘. Pero, aunque parezca mentira, hay películas que hasta puedes llegar a oler, como es el caso de ‘La muerte tenía un precio’.
Situada en un ambiente tremendamente seco y caluroso, los personajes de esta segunda parte de ‘La trilogía del dólar‘ sudan como cerdos estén en la escena en la que estén. Es curioso cómo a veces se prima tanto la estética que se deja de lado algo tan básico como el sudor humano. Las personas sudan cuando tienen calor, y en un lugar como el oeste americano el sudor debía ser importante. Por no hacer aparecer feo al protagonista o por estilizar tanto todo se pierde este punto de realismo tan sencillo y fundamental.
Sergio Leone tiene en cuenta tanto este aspecto que en ‘La muerte tenía un precio’ nos da una lección magistral de suciedad. De realismo diría yo. Es tanto el empeño que el cineasta italiano pone en este aspecto de la cinta que el espectador parece que está tocando a sus protagonistas y oliéndolos. Esta película huele, huele fuerte. Es digna heredera de ‘Por un puñado de dólares‘, que también hacía hincapié en esta realidad sucia, sangrienta, polvorienta y sudorosa.
En esta segunda parte, Leone, se toma mucho más tiempo para narrar los hechos. La parsimonia con la que algunas escenas transcurren es de admirar. Cualquier otro cineasta aceleraría el ritmo de la película omitiendo partes como Clint Eastwood y Lee Van Cleef contando el tiempo que los guardias necesitan para dar la vuelta completa al banco. Este momento se convierte aquí en punto importante de tensión, y solo mostrando la mirada de ambos protagonistas.
Pero ante todo ‘La muerte tenía un precio’ es una historia humana. Al contrario que en ‘Por un puñado de dólares‘, donde la acción era más importante, aquí nos centramos mucho más en el conflicto interno de dos de los protagonistas: Lee Van Cleef y Gian Maria Volonté. El primero ha perdido a su hermana, que se suicida tras ser violada por Gian Maria Volonté, por lo que busca vengar su muerte, razón por la que se une a Clint Eastwood. Todo culminando en una bellísima escena final al ritmo de la música de los colgantes.
Y aunque el guion de Sergio Leone y Luciano Vincenzoni pone gran parte del foco en el aspecto humano, las escenas de acción también vuelven a brillar. La virtuosidad a la hora de rodarlas, los planos donde las miradas se cruzan, primerísimos primeros planos de rostros, tomas desde la espalda de los protagonistas o contrapicados que han pasado a la historia del cine. Todo esto lo tiene ‘La muerte tenía un precio’.
Déjate transportar por una cinta que evoca como pocas la suciedad y dureza del oeste. Un spaghetti western que eleva todavía más la grandeza de la ‘Trilogía del dólar‘. Una nueva opción para disfrutar de un grandioso Clint Eastwood y uno de los mejores westerns de la historia.
Lo mejor: La realidad que Leone plasma en cada plano. Película completamente sensorial. El final, qué final.
Lo peor: Queda en medio de ‘Por un puñado de dólares‘ y ‘El bueno, el feo y el malo’, por lo que habrá quien tenga la intención de saltársela.