AKIRA
Título original: Akira
Año: 1988
Duración: 124 minutos
País: Japón
Dirección: Katsuhiro Ōtomo
Guion: Katsuhiro Ōtomo yIzo Hashimoto
Manga: Katsuhiro Ōtomo
Música: Shoji Yamashiro
Productora: Akira Committee Company Ltd., Tokyo Movie Shinsha (TMS), Bandai Co., Ltd., Kodansha, Mainichi Broadcasting, Toho, Sumitomo Corporation
Género: Animación / Ciencia ficción / Acción / Thriller
Sinopsis: Año 2019. Neo-Tokyo es una ciudad construida sobre las ruinas de la antigua capital japonesa destruida tras la Tercera Guerra Mundial. Japón es un país al borde del colapso que sufre continuas crisis políticas. Pero los habitantes de Neo-Tokyo tienen otras cosas de las que preocuparse. Uno de ellos es Kaneda, un joven pandillero líder de una banda de motoristas. Durante una pelea, su mejor amigo, Tetsuo, sufre un extraño accidente y termina ingresado en unas instalaciones militares. Allí los científicos descubrirán que es el poseedor de la energía absoluta. Pero Tetsuo, que no se resigna a convertirse en un conejillo de indias, muy pronto se convertirá en la amenaza más grande que el mundo ha conocido. (FilmAffinity)
‘Akira’ llegó en 1988, cuando la animación japonesa no pasaba por su mejor momento, y lo revolucionó todo. Una historia futurista que bebe de ‘Blade Runner‘ y que terminó por influir en el cine del país nipón de los años posteriores. Un antes y un después en forma de dibujo animado que no pasa de moda.
La de Katsuhiro Ōtomo es una obra clave para entender la animación japonesa. Cuando el anime no pasaba por su momento más brillante, invirtieron unos 10 millones de dólares en esta super producción y arrasaron a nivel mundial. 80 millones de recaudación a nivel mundial, lo que la convirtió en la película animada japonesa más exitosa a nivel mundial hasta que llegó ‘La princesa Mononoke‘. Un logro que volvió a poner a Japón sobre la mesa.
La historia nos lleva a 2019. Años después de que Tokyo quedara destruida y el mundo pasara por la III Guerra Mundial las crisis políticas azotan Japón. Un equipo de científicos trata de controlar el poder absoluto. Un joven pandillero, Tetsuo, sufre un accidente y al ser trasladado a una base militar descubrirán que es el poseedor de esta energía. Después, lo que ya imaginas.
La historia de Ōtomo toma claras referencias de la ciencia ficción de la época. Desde ‘Mad Max‘, esos motoristas, hasta ‘Blade Runner‘, la más obvia de todas. La película de Ridley Scott parece replicada en esta Neo Tokyo. Enormes edificios, mezcla de modernidad y decadencia, entornos tristes y un poder superior que parece dictar la vida de sus habitantes. Poco tiene que envidiar este Neo Tokyo a la ciudad de Los Ángeles que vemos en ‘Blade Runner‘.
Vemos muchos detalles que enriquecen la película, al no quedarse en una superficie plana como suele acostumbrar en muchas ocasiones la animación. En ‘Akira’ vemos la parte política de esta sociedad. Nos encontramos a una sociedad que vive bajo un regimen militar. Tenemos altercados en la calle. Enfrentamientos entre bandas callejeras (moteros). Tenemos una especie de culto que espera el retorno de Akira, el niño con el que experimentaron años atrás y que provocó la destrucción de Tokyo.
Igual que pasó años después con la serie ‘Neon Genesis Evangelion’, donde Tokyo también fue destruida, la interpretación del espectador es clave. Hay muchos detalles en ‘Akira’ que invitan a debate, a teorizar, y que cada cual saque sus conclusiones. Es lo bueno de esta animación tridimensional que los japoneses acostumbran a hacer. No es una película que tome por estúpido al espectador, al contrario, le plantea una historia densa y adulta, le reta. Un reto que engrandece todavía más al anime y que siempre apetece volver a ver.
Lo mejor: La animación, la música, el montaje y su legado histórico.
Lo peor: Requerirá en muchos casos más de un visionado para entenderla del todo.