ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO
Título original: Alien
Año: 1979
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Ridley Scott
Guion: Dan O’Bannon
Música: Jerry Goldsmith
Fotografía: Dereck Vanlint
Reparto: Sigourney Weaver, John Hurt, Yaphet Kotto, Tom Skerritt, Veronica Cartwright,Harry Dean Stanton y Ian Holm
Productora: 20th Century Fox / Brandywine Productions
Género: Ciencia ficción / Terror
De regreso a la Tierra, la nave de carga Nostromo interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, MADRE, ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige entonces al extraño planeta para investigar el origen de la comunicación. (FilmAffinity)
Hay algo en el cine que permite que grandes clásicos no pasen de moda por muchos años que pasen. Las grandes películas quedan ahí, para siempre. Las recordamos, las vemos una y otra vez, y nunca nos cansamos. Es el caso de ‘El Padrino’, ‘Ben-Hur‘, ‘Vértigo’, ‘El resplandor’, ‘Blade Runner‘ o ‘Alien, el octavo pasajero’, pero hay muchos más.
En el día de hoy traigo a este portal la primera entrega de una saga que se ha prolongado con multitud de secuelas, hasta la más reciente ‘Alien: Covenant‘ que dividió a crítica y público. En esta primera toma de contacto con este universo, las críticas del público y la prensa fueron claras: estamos ante una gran película de género. Sentó las bases de lo que después se ha visto en muchas películas de ciencia ficción, así como en las de terror. El ritmo, el código, el color, el lenguaje visual, la fotografía, los efectos digitales… todo en ‘Alien, el octavo pasajero’ lo hemos visto en un montón de películas más, lo que nos da cuenta de lo importante que ha sido para la historia del séptimo arte.
Todo ello con un argumento muy sencillo y con muy pocos elementos, para qué llenarlo todo de un montón de cosas si puedes conseguir un resultado brillante con poquito. 7 pasajeros, y el alien. Una nave que tampoco es muy grande, muy poquitos escenarios y un argumento potentísimo.
El argumento, que se medio calcó en ‘Covenant‘ pone punto de partida a la historia. Un grupo de tripulantes de la nave Nostromo aterriza en un planeta desconocido respondiendo a un mensaje. En ese planeta se encuentran con una nave abandonada y, a priori, sin rastro de vida. De aquello que parecía no llevar a nada, se destapa una criatura que produce el mismo miedo que hace 40 años.
Y es que el tiempo no ha pasado para la Teniente Ripley y compañía. Sigourney Weaver, Jon Hurt, Ian Holm y compañía siguen metiéndonos en la película igual que entonces. Pero es que el tiempo la ha tratado mejor de lo esperado. Estamos ante una cinta que podríamos calificar de feminista, con uno de los iconos femeninos más potentes de la historia del cine comandando la partida.
El terror de ‘Alien, el octavo pasajero’, funciona también porque apenas vemos al monstruo. Aquí no funciona enseñar al bicho, funciona insinuarlo, mostrarlo parcialmente o en breves flashes. La oscuridad de la nave permite que se oculte y no podamos advertir dónde se encuentra, por dónde se mueve o qué va a hacer. Ese efecto sorpresa eleva a la película a los altares del cine de terror. Es el mejor terror que existe, el que no te esperas, el que te pilla de improviso y el que te sorprende.
No pasa de moda, porque como una vez me dijo alguien de ‘El Padrino’ “lo tiene todo”. ‘Alien, el octavo pasajero’ es de lo mejor del cine de terror y ciencia ficción. No pasa de moda porque está tan bien hecha y tan bien pensada que ni el paso del tiempo, ni la mejora en efectos visuales la daña. Porque da igual que haya tenido tantas secuelas dudosas, la original no pasará nunca desapercibida.
Lo mejor: Que no pasa de moda.
Lo peor: No se me ocurre nada.