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Asier Manrique

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‘Amanece, que no es poco’, “No ha nacido todavía la ingle que me domine”

Amanece, que no es pocoAMANECE, QUE NO ES POCO

Título original: Amanece, que no es poco

Año: 1989

Duración: 106 minutos

País: España

DirecciónJosé Luis Cuerda

GuionJosé Luis Cuerda

MúsicaJosé Nieto

FotografíaPorfirio Enríquez

RepartoAntonio Resines, Cassen, Luis Ciges, Aurora Bautista, Enrique San Francisco,José Sazatornil, Pastora Vega, Chus Lampreave, Manuel Alexandre, María Isbert,Miguel Rellán, Guillermo Montesinos, Rafael Alonso, Antonio Gamero,Gabino Diego, Ovidi Montllor, Carmen de Lirio, Queta Claver, Fedra Lorente,Violeta Cela, Fernando Valverde, Ferran Rañé y Arturo Bonín

ProductoraCompañía de Aventuras Comerciales / TVE

Género: Comedia

Teodoro, un ingeniero español que es profesor en la Universidad de Oklahoma, regresa a España para disfrutar de un año sabático. Al llegar, se entera de que su padre ha matado a su madre y, para compensarlo de la pérdida, le ha comprado una moto con sidecar para viajar juntos. Así es como llegan a un remoto pueblo de montaña que parece desierto; lo que ocurre es que todos los vecinos están en la iglesia, porque la misa es un auténtico espectáculo. Padre e hijo asisten a las elecciones que se celebran cada año para designar alcalde, cura, maestro y puta. Además, al pueblo ha llegado un grupo de estudiantes de una universidad norteamericana, unos meteorólogos belgas, un grupo de disidentes de los Coros del Ejército Ruso e incluso invasores camuflados de un pueblo cercano. (FilmAffinity)

El cine español tiene auténticas joyas que por modas actuales se pierden para las nuevas generaciones, entre las que me encuentro. Por casualidad llegué hace un año a esta que ya ha cumplido 30 años. José Luis Cuerda construye un pueblo manchego con un reparto súper coral donde todos brillan. Se trata de una película de culto, con legiones de fans, que recitan sus líneas como si de la Biblia se tratara.

Tenemos en ‘Amanece, que no es poco’ todos los roles que se pueden encontrar en un pueblo: el tonto, el borracho, el labrador, el profesor, el cura, el alcalde/cacique, el ilustrado, el extranjero… Cuerda da la vuelta a todo esto y nos combina todo en un mejunje espectacular con pasajes que van desde la parodia a auténticos zascas maquillados de broma. Pero ‘Amanece, que no es poco’ es una reivindicación de lo rural. Es una sucesión continuada de escenas y sketches que sirven para hacer el dibujo de la España rural de la forma más disparatada y divertida posible.

‘Amanece, que no es poco’ sería hoy en día una rareza absoluta, porque toca temas tan peliagudos como la prostitución, la inmigración, el racismo, los refugiados, el suicidio, la Guardia Civil o la iglesia, por decir algunos. Pero lo más curioso es que ya fue una rareza en su momento, haciendo gala de un humor que pocas veces se ha visto en España y que está más próximo a los Monty Python que a nada que se haya visto en España, y todo esto siendo un humor muy español, si lo ves sabrás a lo que me refiero.

Amanece, que no es poco

Cuerda podría haber caído en la ridiculización de un lado, pero su maestría a la hora de manejar esta enorme cantidad de personajes y situaciones lo lleva a equilibrarlo todo. Desde las situaciones más cómicas a las más comprometidas, no pierde en ningún momento la frescura. Y resulta curioso que una película de hace 30 años siga siendo tan actual, con un guion tan eficaz como interesante a pesar del paso del tiempo. Es lo que tiene el humor bien hecho.

‘Amanece, que no es poco’ brilla porque retrata con absoluta lucidez el imaginario popular con todo tipo de personajes y situaciones. No busques un argumento, puesto que la película carece de todo argumento. Requiere de cierto bagaje cultural y de estar abierto a ver una auténtica rareza, de ver algún que otro pasaje incómodo y de reírse de cosas de las que no hubieras imaginado reírte nunca. Porque esto, al fin y al cabo, es cine y nos ayuda a evadirnos de nuestro día a día.

Si se me permite la licencia, querría hablar de una escena en concreto. Podría hablar de muchas secuencias, pero esta me parece la única seria de toda la película. Aunque hay otras que son más conocidas (el recibimiento al alcalde y su nueva chica, las misas, la conversación entre el cura y el guardia civil sobre el libre albedrío, el plagio a Faulkner o las elecciones que pierde la Guardia Civil y gana “la secreta”), me impacta la escena donde se dice la frase que da título a la crítica. Esta escena es del profesor (Paco Hernández), que enseña mediante cánticos góspel a sus alumnos. Mientras los del pueblo de arriba les invaden, entran en el aula y obligan al profesor a cambiar su forma de enseñar, algo que veremos que Cuerda desarrolla más ampliamente enLa lengua de las mariposas. Como muchas otras escenas de la película, merece la pena ser analizada con detenimiento, y verla varias veces para sacarle todo el jugo, por eso, dejo al final de esta crítica dicha escena.

Lo mejor: El nulo complejo que tiene la película, que sabe bien cómo reírse de todo y que no hay ni un solo personaje prescindible.

Lo peor: Que es una pequeña joya desconocida para muchos.

Amanece, que no es poco

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