Llevo tres semanas en dique seco literario, y literal. Me he quedado temporalmente sin las dos manos, por una intervención planeada y deseada, que ha salido a las mil maravillas. Ahora, y hasta nueva orden, tecleo sólo con los meñiques, ¡tremendo gran paso! Durante días, mis horas se han llenado a base de paseos y […]