Los dramas adolescentes se reinventaron a principios de los años noventa con ‘Sensación de Vivir’ y sus secuelas, para ir evolucionando hacia historias más maduras en ‘Dawson Crece’ hasta llegar a un segundo punto de inflexión a principios de este siglo con ‘The O.C ’, una propuesta que cambió las reglas televisivas del genero.
‘The O.C ’ fue capaz de mezclar con una gran habilidad los dramas adolescentes intensos con mucha cultura pop y momentos mucho más ligeros en un entorno muy lujoso y sobre todo con una gran capacidad de quemar tramas a una velocidad increíble que nos impedía apartar los ojos de la pantalla.
Su estreno fue como ese cometa que menciono en el titular puesto que sorprendió a todo el mundo por su frescura y en especial por ser la creación de Josh Schwartz, un guionista con veintisiete años recién cumplidos que se convirtió en el chico maravilla de Hollywood de la noche a la mañana.
Por desgracia esa velocidad fulgurante fue también su perdición, puesto que a medida que avanzaba ‘The O.C ’, se fueron quedando sin historias interesantes para ir cayendo en redundancias y tramas previsibles que era precisamente lo que habían querido evitar al crearla, como les voy a analizar a continuación.
Ficha: The O.C. 92 episodios. (4T) Ago 2003- Feb 2007 Cadena: FOX (USA)- TVE / la 2/Fox (E)
Sinopsis: Ryan Atwood es un chico muy problemático de Chino, un peligroso barrio de Los Ángeles, que se mete continuamente en problemas, más por andar en malas compañías que por sus propios actos. Tras crecer en el seno de una familia desestructurada y llena de problemas, Ryan es incapaz de salir por su cuenta de esa espiral negativa en la que se encuentra.
En una de sus visitas a la comisaria de policía, su abogado de oficio Sandy Cohen se apiada de su situación y decide darle una oportunidad acogiéndolo en su lujosa cosa de Newport Beach en el condado de Orange, cuyas siglas en ingles, ‘O.C’ conforman el título de la serie, con la esperanza que en ese nuevo entorno pueda desarrollar todo su potencial y escapar de las malas influencias.
Su adaptación a ese nuevo entorno lujoso y desconocido para Ryan, así como sus relaciones con su nueva familia adoptiva en especial con Seth el hijo mayor del matrimonio, determinan las historias principales de ‘The O.C’
El inicio: Josh Schwartz creció y estudió en la costa Este de los EEUU hasta que se trasladó a estudiar cinematografía a la prestigiosa USC en los Ángeles. Como estudiante sorprendió a todo el mundo cuando en su segundo año de carrera ganó un concurso al mejor guion venciendo a todos los estudiantes de los cursos superiores.
Paradójicamente le retiraron el premio, por ser demasiado joven, pero ese hecho llamó rápidamente la atención de los grandes estudios que siempre pescan en esa universidad, llegando a comprarle Sony ese guion por más de medio millón de dólares, aunque nunca se llegó a producir.
Tras contratar un agente y siendo todavía estudiante, empezó a vender pilotos para las cadenas televisivas con dos intentos que no pasaron del rodaje inicial.
Su fama de joven prodigio llamó la atención del poderoso director McG que intentaba expandir su imperio cinematográfico ( Los Ángeles de Charlie) al terreno televisivo, aunque su primer intento ‘Fastlane’ no pasó de su primera temporada.
McG y su mano derecha Stephanie Savage le pidieron a Schwartz alguna historia ubicada entre los ricachones del condado de Orange, donde había crecido McG y vivía actualmente, preferiblemente con mucha acción, como es la marca del director, con un concepto inicial basado en deportes extremos tipo BMX o skateboard.
Schwartz (foto) reconoció que no tenía ni idea de ese tema, pero les presentó una contrapropuesta inspirada en su propia historia de chico judío de la costa Este, trasladado a esas lujosas mansiones californianas, lo que convenció primero a Stephanie Savage que se encargó de hacer que su jefe McG se subiera al proyecto.
Cuando la cadena FOX les aprobó el paso a serie, Schwartz se convirtió con solo veintiséis años en el creador y showrunner más joven de una serie para una cadena generalista, por lo que ficharon a un veterano productor Bob deLaurentis para que le ayudará a navegar las procelosas aguas de las relaciones con los ejecutivos televisivos de Fox y sus notas semanales, para darle más libertad creativa.
La serie se estreno en pleno agosto de 2003 y fue todo un bombazo desde su estreno, con críticas aceptables pero sobre todo con grandes audiencias juveniles, completamente obsesionadas con lo que pasaba tras las verjas de las ostentosas mansiones del Orange County.
El primer tráiler de ‘The O.C’ mostraba todas sus virtudes iniciales que atrajeron a todos los espectadores a su estreno.
Posteriormente Schwartz se asoció con Stephanie Savage para crear ‘Gossip Girl’ y muchas otras series como ‘Runaways’, ‘Doctora en Alabama’ o ‘Nancy Drew’ casi siempre protagonizadas por adolescentes como su última gran creación ‘Looking for Alaska’ o el remake que está preparando para 2021 de su gran éxito ‘Gossip Girl’
La trama: El episodio piloto presenta a todos los personajes en relación al personaje de Ryan Atwood, con el que se inicia la historia en una comisaria para poder establecer y hacer creíble esa extraña premisa del abogado de oficio de buen corazón que acoge a un chico descarriado adolescente en su propia casa, sin que su familia ponga ninguna pega ni dudas respecto al recién llegado.
Una vez aceptado el dragón de Komodo como animal de compañía, la 1T desarrolla en profundidad los problemas de adaptación de Ryan a ese entorno de ricachones y lujos que le es completamente ajeno a todo lo que ha vivido hasta ese momento y que es presentado con todo lujo de detalles en la cabecera de la serie con la buena canción ‘California’ del grupo Phantom Planet.
Sus historias de adaptación se pueden dividir en dos tipos dependiendo de si implican a personajes de su pasado o de su presente. En el caso de personajes de su pasado recurren a los peligros de volver a las andadas por juntarse de nuevo con sus viejas amistades que pueden hacer descarrilar su nueva vida.
Por su nueva vida van a desfilar su madre, su hermano, sus antiguas novias y amigas y gente de su entorno de Chino que le provocan numerosos quebraderos de cabeza que va a acabar resolviendo con la ayuda de sus nuevos colegas del O.C.
Una variante de estos temas es convertirse indefectiblemente en el primer sospechoso de cualquier delito cometido en alguna de las numerosas fiestas y reuniones sociales que se producen constantemente en la serie, donde la presunción de inocencia se la dejan en el parking, para acabar saliendo indemne de esas acusaciones infundadas.
En el capítulo amoroso, los chicos malos siempre atraen la atención de las chicas un pelín rebeldes de los barrios pudientes y en esta ocasión es Marissa Cooper la hija de un turbio empresario la que se siente atraída por Ryan desde el primer momento en que se encuentran en una fiesta, un momento que pueden revivir en el video.
Sus relaciones en ese entorno de lujo suponen el segundo tipo de las tramas, empezando por esas sospechas de ser el nuevo delincuente residente y siguiendo por el desprecio con que muchos de los jóvenes tratan a ese advenedizo que intenta colarse en su mundo.
Un buen ejemplo de esa ‘ calurosa’ bienvenida lo tienen en el siguiente corte, donde recibe una paliza a cargo de un imberbe Chris Carmack ( Nashville, Anatomia de Grey) para acabar con la frase más famosa de la serie ‘Welcome to the O.C bitch’ que podemos traducir libremente por ‘Bienvenido a O.C. Capullo’
La necesidad de sobrevivir al desprecio de su nuevo entorno y de olvidarse de las malas compañías de su pasado, hacen que Ryan vaya evolucionando y madurando a marchas forzadas, mostrando una enorme capacidad de adaptación a su nuevo entorno y a su nueva familia, gracias a su relación con Marissa que poco a poco va creciendo en intensidad, hasta llegar a su primer beso que muestra el siguiente corte.
En paralelo poco a poco se va formando la segunda pareja en importancia de la serie, conformada por su ‘hermano adoptivo’ Seth, uno de los rarillos de la escuela con toques frikis, y Summer una de las chicas más populares y superficiales del instituto.
En este caso juegan también con el tema de los extremos que se tocan, al ser una relación que surge por la insistencia de Seth en conquistarla, algo que en la época actual igual puede ser calificado incluso de acoso por los sectores más vigilantes de esos temas, en especial por el miedo de Summer de ser vista en público con semejante elemento rarillo.
Un buen ejemplo es el siguiente corte donde Seth se presenta en su dormitorio para seguir cortejándola a su manera.
Como es de esperar, las cosas se irán normalizando y la relación entre Seth y Summer se convertirá en la gran historia de amor de ‘The O.C’ por encima de la de Ryan y Marissa mucho más turbulenta y llena de altibajos.
Cualquier momento de avance de relación de la pareja era aprovechado para montar un buen espectáculo como en el primer beso en público entre Seth y Marissa.
Los padres de los chavales jugaban un papel secundario en las historias, relegados a hacerles de apoyo y liberarles de los posibles berenjenales en que se metían, aunque la complicada relación entre los padres de Marissa era la excusa perfecta para que la chica se presentara siempre que quisiera en casa de los Cohen, para echarse un desayuno en familia como el del siguiente video.
Las tramas más intensas y dramáticas se iban alternando con momentos mucho más ligeros, casi siempre a cargo de Seth, que era un poco el bufón oficial de la serie, destacando sobre todo su extraña mezcla de las navidades judías y cristianas, que denominó ‘Christmukka’ y que acabó siendo un gag recurrente de cada temporada tras el éxito de su introducción en la 1T de la serie.
‘The O.C’ se caracterizó desde el principio por una velocidad endiablada en presentar y resolver las tramas, lo que funciona muy bien para algunos casos, pero en cambio, cuando desaprovechaban personajes o historias al ventilárselas con gran celeridad, dejaba un cierto poso de decepción, al perder grandes oportunidades de desarrollo.
La entrada y salida de personajes secundarios, tanto del pasado de Ryan, como de las vidas de los jóvenes y adultos, permitían montar las crisis semanales a diferentes niveles que funcionaron a la perfección en su 1T y con ciertos síntomas de fatiga en la 2T.
Los problemas se agravaron en la 3T, en parte debido a la menor implicación de su creador Josh Schwartz, muy ocupado con su nuevo juguete ‘Chuck’ y en parte porque habían agotado en muchos casos el desarrollo sostenible de los personajes.
El resultado fue repetir comportamientos anteriores o traspasar la barrera de la credulidad de los espectadores, lo que hizo que sus audiencias de desplomaran rápidamente a la misma velocidad que aumentaban los problemas con los actores jóvenes en el set de rodaje, que se convirtieron en carne de tabloides de supermercados, en especial en el caso de la joven Mischa Barton.
‘The O.C’ me pareció una serie muy buena de adolescentes en su 1T y parte de la 2T, por esa capacidad de captar de forma brillante la cultura popular de la época (su banda sonora era excelente) con historias de jóvenes ricos y que siempre sirven para aumentar las ansias aspiracionales de muchos espectadores, que solo podían soñar con ver esas casas y esos vestidos en la televisión.
Un buen reparto de actores hacían creíbles todas esas historias contadas a ritmo vertiginoso, que provocaban numerosos comentarios en las primitivas redes sociales como una de las primeras series que generaron esos contenidos en los foros de todo tipo, alentados por el propio creador Josh Schwartz, muy activo inicialmente en interactuar con sus fans y ver sus deseos y comentarios.
Estoy seguro que les suena o vieron en su momento, puesto que tuvo un cierto éxito en España al ser emitida por Televisión Española, en su horario estrella de los jueves, como recambio veraniego de ‘Cuéntame como paso’, aunque en su segunda temporada fue relegada a la 2 y posteriormente a FOX.
Los actores:
Ben Mckenzie y Misha Burton fueron los encargados de interpretar a la pareja central de la serie que formaban Ryan y Marissa.
McKenzie no tenía apenas experiencia, pero su nombre fue propuesto por la cadena FOX, a la que le había gustado mucho en un piloto que no había sido aprobado y lo cierto es que estuvo muy convincente como Ryan Atwood, una persona atrapada entre dos mundos que le abrió las puertas para una carrera de lo más interesante y con muchos registros, al protagonizar primero la enorme ‘SouthLAnd’ y luego ‘Gotham’, un trío de grandes papeles a la espera de continuidad.
Mischa Barton era una joven actriz de apenas diecisiete años cuando fue seleccionada para el papel de Marissa que le iba a cambiar la vida pero no para bien precisamente, aunque como actriz tampoco es que fuera una maravilla.
Al ser bastante más joven que sus compañeros de reparto todos veinteañeros, Barton gestionó fatal el repentino salto a la fama que le sobrevino de la noche a la mañana y empezó a llegar tarde a los rodajes y a no cumplir con sus obligaciones profesionales por estar de juerga continua. Tras esta serie, su carrera se estancó completamente siendo más conocida por sus problemas de salud mental y de adicciones que por su trabajo, donde apenas aparece en realities que intentan aprovechar su fama
La otra pareja en importancia fue la formada por Adam Brody y Rachel Bilson como Seth y Summer, que poco a poco le fueron ganando el protagonismo a la pareja principal, en parte por los problemas de Mischa Barton, que sacaban de quicio a los productores y al resto del reparto.
Adam Brody estaba realmente brillante como el divertido y desconcertante Seth, un personaje poco habitual y alejado de los arquetipos adolescentes habituales. Por desgracia su carrera posterior nunca ha acabado de despegar, aunque le he visto en muchas películas o en series como ‘Start Up’ o la espantosa ‘Curfew’ lo cierto es que prometía mucho más que lo que ha acabado siendo.
Rachel Bilson es una actriz espabilada, ya que en principio su personaje solo debía aparecer en pocos episodios, pero poco a poco se ganó la confianza de los productores y acabó siendo una de las estrellas de la serie, gracias a su relación dentro y fuera de la pantalla con Seth/Adrian Brody, que acabó trayendo sus problemas personales a la serie.
Bilson se hizo íntima amiga del creador Josh Schwartz, que no dudó en crear una serie como ‘Doctora en Alabama’ , un vehículo de lucimiento para su estrella preferida, durante cuatro años. Su último intento fue ‘Take Two’ que apenas duró una temporada.
Una decisión muy inteligente fue contratar a buenos actores con experiencia para los papeles secundarios de los padres, en personajes muy por debajo de sus capacidades pero que anclaban con su buen hacer y profesionalidad y como un ejemplo a seguir para los jovencitos a los que se comían en todas las escenas.
Eso es particularmente cierto para Peter Gallagher y Kelly Rowan que encarnaban a los Cohen, el centro del núcleo familiar que iba a ser alterado por la llegada de Ryan. Gallagher lleva muchos años haciendo de todo y con todo el mundo y recientemente ha destacado con un personaje maravillosos en la fabulosa ‘La extraordinaria lista de Zoey’
Kelly Rowan es una veterana actriz canadiense muy encasillada en papeles secundarios y de apoyo a las estrellas de turno, como en este caso o más recientemente ‘Perception’ , cumple pero nunca destaca.
Por último como los peleados y beligerantes padres de Melissa y esa invisible hermana de la foto y que apenas aparece en la serie, tenemos a Melinda Clarke y Tate Donovan. La carera de Melinda Clarke es bastante curiosa puesto que empezó rodando películas de terror de ínfimo presupuesto, incluyendo la infame ‘La lengua asesina’ rodada en nuestro país, para pasar a protagonizar series como ‘Soldiers of Fortune’.
En ‘The O.C’ se reveló como una gran villana y manipuladora, lo que le ha servido para tener trabajos regulares como una popular dominatrix en ‘CSI’ o en ‘Nikita’
Tate Donovan es otro todoterreno que en esta ocasión hace del tramposo y chanchullero padre de Marissa, que va a acabar arrastrando a toda la familia por sus prácticas fraudulentas. Su mejor interpretación fue en ‘Damages’ al lado de Glenn Close y sigue apareciendo en multitud de películas y series como en la 2T de ‘The Man in the High Castle’
El final:
Al final de la 3T por diversas razones, decidieron matar de forma violenta en un accidente de coche a uno de los personajes principales de la serie, para intentar insuflar algo de vida a una historia casi agotada en su 3T, por lo que les dejaron hacer una última temporada de escasamente dieciséis episodios, para que cerraran la historia.
A pesar de tener un inicio vigoroso al nivel de su 1T, no tardó en volver a las andadas y las audiencias siguieron en caída libre, por la decepción de muchas personas con esa muerte de uno de sus personajes queridos y porque los nuevos personajes no acabaron de llenar ese hueco, a pesar de salir en la nueva cabecera, donde pueden distraerse en buscar por omisión al personaje fallecido.
Cojeando y sin aliento, llegó al final de su trayectoria con un cierre apañadito para dejar encarados a sus personajes hacia sus nuevos futuros, dejando la última escena en manos de Ryan para que rememorara en la casa vacía todos sus recuerdos adquiridos durante los cuatro años en la mansión, para dar una cierta clausura oficial a ‘The O.C’ como pueden ver en el siguiente video.
Epilogo:
‘The O.C’ tuvo su momento de gloria, efímero, pero lo tuvo y por desgracia ha acabado bastante olvidada debido a que su lugar lo ocupó rápidamente ‘Gossip Girl’ una creación mucho más canalla de los mismos creadores, y que sigue siendo venerada en la actualidad, con ese remake en preparación.
De todas formas, me ha gustado recordar los momentos que pasé en compañía de los Cohen y demás ricachones en esas mansiones de Orange County, que han dejado como legado involuntario popular, dos realities muy populares sobre las personas que habitan en ese paraíso de millonarios y que espero que hayan disfrutado con estas memorias.
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Lorenzo Mejino