James Stewart fue una verdadera leyenda del cine clásico de Hollywood en especial en las décadas entre los treinta y cincuenta con muchas películas que son verdaderas obras maestras y que no cesan de ser repetidas una y otra vez por las televisiones en fechas señaladas como en el caso de ‘Qué bello es vivir’ el principal clásico navideño de todos los tiempos.
Con el paso de los años sus papeles cinematográficos empezaron a declinar hasta que al pasar los sesenta años decidió dar el paso a la televisión para intentar capitalizar su prestigio y popularidad en el nuevo medio pujante que estaba creciendo a pasos agigantados a principios de los años setenta.
En esa transición televisiva James Stewart protagonizó dos series la comedia ‘The Jimmy Stewart Show’ y ‘Hawkins’ que apenas duraron una temporada en la parrilla televisiva, aunque por distintas razones. La primera no consiguió arrancar en ningún momento, pero por el contrario ‘Hawkins’ fue un éxito bastante importante que finalizó por la exigencia del propio actor como veremos más adelante, para convertirse en una serie de culto que sigue siendo venerada en la actualidad por ver a la fiera escénica que fue James Stewart durante todo el siglo XX en su mejor trabajo televisivo.
Hoy vamos a dedicar nuestra entrada del recuerdo a esas dos series que nos permitieron disfrutar de James Stewart en el formato televisivo independientemente de su escasa repercusión en el momento de su emisión.
THE JIMMY STEWART SHOW 24 ep 22 m. Sep 1971- Mar 1972 . NBC (USA)- TVE (E)
Sinopsis: James K. Howard es un profesor de antropología en una pequeña ciudad universitaria que fue fundada por su abuelo en la ciudad ficticia de Easy Valley en California. Felizmente casado con Martha, su placida existencia se ve bruscamente alterada, cuando se ve obligado a acoger a la familia de su hijo Peter, tras quemarse su casa.
El desarrollo: La carrera de James Stewart como estrella de la época dorada de Hollywood y en especial de los estudios Metro Goldwyn Mayer, empezó a declinar a finales de los años sesenta con una mala racha de westerns de segunda fila que no le satisfacían en absoluto, por lo que no dudó en dirigir sus miras hacia la televisión.
Entró en contacto con su amigo, el experimentado escritor y productor Hal Kanter, que había escrito muchas películas de Jerry Lewis y sobre todo había creado ‘Julia’ la primera serie protagonizada por una actriz negra. Stewart le pidió una comedia para alejarse un poco de los dramas que había realizado últimamente y para seguir cultivando su enorme vis cómica que pudimos disfrutar en clásicos como ‘Historias de Filadelfia’
El resultado fue ‘The Jimmy Stewart Show’ cuyo título fue la única ocasión en que cambió su nombre James por su apelativo cariñoso Jimmy. La serie era una comedia rodada con una sola cámara y sin banda de risas, lo que no era muy habitual en aquella época y era un vehículo exclusivo para el lucimiento del actor rodeado de buenos actores secundarios como la excelente Julie Adams, la todavía en activo Ellen Geer y sobre todo un secundario de raza como John McGyver como un Premio Nobel que era su mejor amigo.
La introducción de la serie se centra exclusivamente en la figura de James Stewart paseando en bicicleta por el pueblo, mientras van desgranándose los títulos de crédito, toda una oda a su persona.
El problema es que aunque muchas personas veríamos exclusivamente a James Stewart paseando en bicicleta o escuchando la radio, la narrativa de la serie dejaba mucho que desear desaprovechando completamente al reparto, con unas historietas blancas y sin mordiente que encima eran de todo menos entretenidas.
Sus tribulaciones personales como heredero de la estirpe fundacional del pueblo no combinaban nada bien con los problemas familiares habituales de tener que acoger a su hijo y en especial a sus dos revoltosos nietos, por lo que acababa siendo una cosa bastante aburrida, como pude comprobar tras su estreno a bombo y platillo en la TVE de la época, donde fue un fracaso tan grande como en los EEUU.
Un ejemplo de lo que les he comentado, lo tienen en la siguiente escena donde a pesar de placer de ver a James Stewart, las cosas que le hacen decir y hacer deberían ser tipificadas como delito.
La serie fue cancelada de forma casi inmediata al finalizar su 1T en el mes de Marzo de 1972, al establecerse de forma perenne en la zona baja de la tabla de audiencias.
HAWKINS 8 ep 90 m. Oct 1973- Sep 1974 . NBC (USA)- TVE (E)
Sinopsis: Billy Jay Hawkins es un abogado criminalista nacido y criado en una pequeña población de Virginia Occidental, desde donde ejerce su profesión de una manera muy activa, no dudando en investigar en paralelo los crímenes en los que debe defender a su cliente, para intentar probar su inocencia a toda costa.
El desarrollo: Tras el fracaso que supuso ‘The Jimmy Stewart Show’, el actor decidió hacer una segunda intentona casi de manera inmediata, pero cambiando absolutamente de registro, buscando potenciar un aspecto dramático ligero en el que el actor siempre se ha movido como pez en el agua.
Los estudios MGM contactaron con un veterano productor televisivo David Karp (Los Intocables, Los Defensores, etc) para crear algo más adecuado para el actor que ya estaba a punto de cumplir los sesenta y cinco años.
Karp decidió inspirarse en uno de los mejores personajes de la carrera de James Stewart, el abogado rural que investigaba un crimen en ‘Anatomía de un Asesinato’, para trasladar ese concepto a un procedimental televisivo donde un abogado rural tenia que enfrentarse a un caso por episodio.
A partir de ese concepto nació ‘Hawkins’ que fue comprada rápidamente por la cadena CBS para incluirla en uno de esos programas contenedores en que las series iban rotando quincenal o mensualmente, para emitirla los martes alternando con ‘Shaft’.
El planteamiento de ‘Hawkins’ era de películas televisivas de hora y media con el personaje de Hawkins estando presente en todas y cada una de las escenas, un poco a imagen y semejanza de otros procedimentales de la época como ‘Colombo’ o ‘McCloud’, pero con el giro de ser un abogado el protagonista en lugar de un detective de policía, en lo que se convirtió en un claro referente del posterior éxito que fue ‘Matlock’ inspirado en este personaje.
Las cabeceras iban variando para cada capítulo con ejemplos como el siguiente.
La presencia exclusiva de James Stewart solo tenía el contrapunto del personaje de su primo R.J. Hawkins un estrafalario sureño, interpretado de forma impresionante por uno de mis secundarios preferidos de los westerns de Hollywood, el impagable Strother Martin, que era de las pocas personas capaces de robarle una escena al propio James Stewart.
Las interacciones entre James Stewart y Strother Martin proporcionaban unos diálogos punzantes con los dos actores rayando a una gran altura como pueden comprobar en el siguiente clip.
La serie tuvo una gran acogida y popularidad en su momento refrendada por el Globo de Oro al mejor actor para James Stewart, que los avispados miembros de la prensa extranjera de Hollywood, siempre tan cinematográfica no dudaron en otorgarle a pesar de estar solo un año en antena.
La serie no se estrenó en España hasta casi veinte años más tarde y lo cierto es que siempre me pareció excelente con unos misterios interesantes con grandes actores al frente, por lo que poca cosa más se puede pedir y como muestra otro botón.
A pesar del éxito de público y crítica, la serie fue cancelada a petición del propio James Stewart, bastante decepcionado por el ritmo frenético de producción que apenas le daba tiempo para prepararse el personaje y sobre todo con la calidad de los guionistas y productores, comprensible si se pasa de ser dirigido por Frank Capra o Alfred Hitchcock a serlo por artesanos como Paul Wendkos o Jud Taylor.
Tras cancelar la serie, Stewart bajó bastante su ritmo de trabajo, haciendo apariciones estelares en las películas de catástrofes plagadas de viejas estrellas, donde se reunía con sus viejos amigos de Hollywood, hasta retirarse casi por completo de la actuación a mediados de los ochenta hasta su muerte a finales de la década de los noventa.
Epílogo:
Hoy hemos querido dedicar nuestro espacio del recuerdo a las aventuras televisivas de uno de los mejores actores de toda la historia, James Stewart, que a pesar de que no han sido precisamente de sus trabajos más recordados, no dejan de tener un cierto aliciente para las personas que como en mi caso admiramos profundamente al actor en todas sus facetas
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino).Hasta la próxima
Lorenzo Mejino