Descansado ya y con ganas de hablar de un nuevo plato que me ha gustado en Arzac a la vista de que el menú de los músicos no da para nada (la bebida sí, por cierto) me encuentro con una entrevista que Arturo García le hace hoy a Quim Monzó en el DV. Creía que el tema de los cocineros ya no daba más de sí y, sin embargo, Monzó (admirado Monzó) lo saca a relucir y despotrica a gusto.
Reflexiones sobre el tema:
1.- Tiene razón cuando dice que las reuniones de cocineros “todos vestidos de blanco, es lo que más me recuerda a un cónclave de caedenales con gorros de cocina en lugar de tiaras”. Pero hay una salvedad, los cocineros en los congresos cocinan, por lo tanto deben ir con el traje de faena. Más aún, a algunos cocineros les pagan un dinerito por llevar ciertas prendas de ciertas marcas y, por lo tanto, están obligados, bajo contrato, a llevar esas prendas. Además, en esas reuniones están porque son cocineros, nada más, mejorque s eles distinga y se les tenga como tales.
2.- Dice que la sociedad encumbra a los cocineros porque necesita religiones y una de las que ha puesto es esta. Lo cierto es que la comida y la cocina existían antes que las religiones y se inventaron las religiones fue porque alguien tenía que llevarse algo a la boca sin tener que dar palo al agua. Todo está unido. Dice que la alta cocina es más sofisticada que el fútbol y que la pompa y la petulancia con que te explican algunos platos indigna. Me imagino que no lo dirá por lo que dicen y lo que tienen que decir algunos cocineros. Prefiero oir a los futbolistas.
3.- Dice que “hay un sentido gremial (entre los cocineros) que pesta”. Entre los escritores “si te ponen a parir, no pasa nada. No salen todos los escritores firmando un manifiesto en tu defensa”. Puede que sea que no lo merezcas. Pero si alguien dijera que leer puede provocar la muerte (según sea el caso de algunas novelas de aburrimiento) como dijo Santamaría que algunos ingredientes eran malos para la salud, enotnces es probable que no sólo salieran los escritores sino los monistros y puede que yo mismo.
Quim monzó es un gran escritor y con mucho sentido del humor, hay que tomárselo así.
Ya estoy en marcha.