‘Eyes Wide Shut’: Carta de despedida de un genio del cine
EYES WIDE SHUT
Título original: Eyes Wide Shut
Año: 1999
Duración: 159 minutos
País: Reino Unido
Dirección: Stanley Kubrick
Guion: Stanley Kubrick y Frederic Raphael
Fotografía: Larry Smith
Reparto: Tom Cruise, Nicole Kidman, Sydney Pollack, Marie Richardson, Leelee Sobieski, Rade Serbedzija, Todd Field, Vinessa Shaw, Alan Cumming, Sky Dumont, Fay Masterson, Thomas Gibson, Madison Eginton, Louise J. Taylor y Stewart Thorndike
Productora: Warner Bros. Pictures
Género: Drama / Thriller
William Harford es un respetable médico neoyorquino cuya vida parece ir muy bien: está casado con una preciosa mujer, tiene una hija y tiene un trabajo que le gusta. Pero, al día siguiente de asistir a una fiesta, su esposa Alice le habla de unas fantasías eróticas y de cómo estuvo a punto de romper su matrimonio por un desconocido. Abrumado por esta confesión, acaba entrando en un local, donde un antiguo compañero le habla de una congregación secreta dedicada al hedonismo y al placer sin límites. A partir de entonces un mundo dominado por el sexo y el erotismo se abre ante él. (FilmAffinity)
El 16 de julio de 1999 se estrenó en los Estados Unidos la película póstuma de Stanley Kubrick, uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos. El director que nos dejó grandes películas como ‘Barry Lyndon’ o ‘La naranja mecánica’, se despidió con una película inquietante y, si se me permite decirlo, mi favorito de toda su filmografía.
Tiene algo especial ‘Eyes Wide Shut’, una película que narra las idas y venidas de un matrimonio neoyorquino de mediana edad formado por Nicole Kidman y Tom Cruise, sí, cuando eran matrimonio. Ambos actores sufrieron uno más de los rodajes complicados por los que se hizo famoso Kubrick. La película cuenta con el récord del rodaje más prolongado, 15 meses de rodaje ininterrumpido.
La película nos lleva por un complicado camino donde los sueños y la realidad se mezclan. Narrado durante unos pocos días durante la Navidad, la película cuenta con Cruise como protagonista. Él, junto a Kidman, acuden a una fiesta por Navidad. Esta fiesta desencadena los desencuentros sexuales entre la pareja. Vagando por la noche neoyorquina, Cruise se encontrará con un amigo pianista que lo invitará a una extraña “fiesta de máscaras”.
Este es el principal punto de inflexión de la película, y un auténtico logro cinematográfico. La estética, la música de Jocelyn Pook, el ritmo, todo en este pequeño trozo de la cinta roba todo el protagonismo al resto de la película. Sirve como punto álgido, pero también como el punto que precipita todos los hechos.
‘Eyes Wide Shut’ gira en torno al sexo y al matrimonio. La última obra de Kubrick explora cómo se afronta el sexo dentro del matrimonio. Pasamos del sexo rutinario, de la pareja sin hacerse apenas caso y convirtiendo el sexo en el peaje necesario del contrato matrimonial. Cruise al principio, y se nos insinúa que Kidman después, exploran los riesgos de buscar relaciones sexuales fuera del matrimonio. Se enfrentan a las dudas, a los miedos y a la responsabilidad de asumir los actos. Finalmente, ambos entienden la base principal del matrimonio, un contrato para garantizar las relaciones entre dos personas, de ahí la lapidaria frase final: “Sólo nos queda una cosa, follar”.
En su momento no se apreció lo suficiente el valor de esta película. El tiempo tampoco la ha puesto entre las grandes obras de Kubrick. Pero tal vez se trate del proyecto más personal, más introspectivo y más Kubrick de todos. Es la carta de despedida de un genio que hizo de todo en su corta filmografía (apenas 12 películas). Es la forma de sentar cátedra, una vez más, de un cineasta que maneja el código del cine como un auténtico genio.
Lo mejor: La opción de ver la última obra maestra de un genio absoluto del cine.
Lo peor: Queda oculta dentro de la impresionante filmografía del director.
