EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: EL RETORNO DEL REY
Título original: The Lord of the Rings: The Return of the King
Año: 2003
Duración: 201 minutos
País: Nueva Zelanda / Estados Unidos
Dirección: Peter Jackson
Guion: Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens
Novela: J.R.R. Tolkien
Música: Howard Shore
Fotografía: Andrew Lesnie
Reparto: Elijah Wood, Viggo Mortensen, Ian McKellen, Sean Astin, Andy Serkis, John Rhys-Davies, Orlando Bloom, John Noble, Miranda Otto, David Wenham, Bernard Hill, Billy Boyd, Dominic Monaghan, Liv Tyler, Karl Urban, Christopher Lee, Brad Dourif, Ian Holm, Hugo Weaving, Cate Blanchett, Lawrence Makoare, Marton Csokas y Sean Bean
Productora: New Line Cinema / Wingnut Films
Género: Fantástico / Aventuras / Acción
Sinopsis: Las fuerzas de Saruman han sido destruidas, y su fortaleza sitiada. Ha llegado el momento de decidir el destino de la Tierra Media, y, por primera vez, parece que hay una pequeña esperanza. El interés del señor oscuro Sauron se centra ahora en Gondor, el último reducto de los hombres, cuyo trono será reclamado por Aragorn. Sauron se dispone a lanzar un ataque decisivo contra Gondor. Mientras tanto, Frodo y Sam continuan su camino hacia Mordor, con la esperanza de llegar al Monte del Destino. (FilmAffinity)
No es casualidad que ‘El señor de los anillos: El retorno del rey’ esté en el Olimpo de las películas con más Oscars. A principios de los 2000 el cine fantástico revivió gracias a la trilogía dirigida por Peter Jackson, y su tercer capítulo es el máximo ejemplo de la grandeza de este género.
‘El retorno del rey’ es la épica conclusión de una historia que hizo que millones de personas acudieran tres años consecutivos al cine. Ya solo por esto merece todos los premios posibles. La costumbre de ir al cine en familia o con los amigos se volvió norma en esos años cada vez que una nueva entrega de ‘El señor de los anillos’ llegaba a las pantallas.
‘El retorno del rey’ concluye la historia del anillo, esta vez sí. No hay historias secundarias que despisten de lo verdaderamente importante, por lo que esta historia enganchó: la destrucción del anillo. Aquí las tres líneas argumentales que van entremezclándose están conseguidas, siendo la parte de Frodo interesante, no como en ‘Las dos torres’.
Lo más grande de ‘El señor de los anillos: El retorno del rey’ está en que ordena las piezas del tablero con precisión para que las tres horas y media parezcan más cortas de lo que son. Un reto que cualquier espectador tendrá con esta historia, si no la ha visto antes, es la duración de las películas. La primera y la tercera entregas consiguen hacer de la duración, en ocasiones excesiva, virtud y la aprovechan de cine, nunca mejor dicho, creando espectáculos equilibrados donde el ritmo compensa la duración.
Si en las anteriores entregas el conjunto era grandioso, excesivo, aquí lo es multiplicado por 10. Jackson y compañía echan el resto en crear unas de las localizaciones más logradas de la franquicia: Gondor, Osgiliath y Minas Tirith. Lejos de la sobriedad que ofrecían las localizaciones de la segunda temporada, aquí vamos a lo grande.
Algo que hace que ‘El señor de los anillos: El retorno del rey’ no haya envejecido mal en 17 años, y probablemente no lo haga en muchos más años, es que el uso de CGI es el mínimo necesario. Lo que se pudiera rodar con extras se rodó con extras. Siempre que se pudo evitar la pantalla verde se hizo. Al final, esto es un valor añadido. Mientras otras películas de la época se lanzaron a la piscina con los efectos especiales, todavía no eran lo que son hoy, en ‘El señor de los anillos’ tuvieron esto en cuenta para no cagarla. Solo hay una escena que puede chirriar hoy en día, la de Legolas y el Olifante, muy videojuego. El resto de la película se mantiene joven todavía. No podemos decir lo mismo de la trilogía que siete años después Peter Jackson arrancó y que demuestra que recurrir al ordenador no te da mejor resultado. Lo natural seguirá siendo actual pase el tiempo que pase. Cine artesanal.
Otro de los puntos a favor llegados a este punto es que se rodaron las tres películas juntas. No tiene el problema que padece la saga de ‘Harry Potter‘, donde cada película cambia demasiados aspectos frente a las previas. Aquí el raccord está garantizado. Son estos pequeños detalles los que la convierten en la obra maestra definitiva del cine fantástico. Es lo que ‘Ben-Hur‘ al péplum, ‘Titanic‘ al cine romántico y de desastres o ‘El padrino’ al cine de mafiosos. Estándares que quedan para siempre marcados en el imaginario colectivo.
Comentar ‘El señor de los anillos: El retorno del rey’ sería no hacerle justicia a la película, por ello lo mejor es verla y disfrutarla. Una película que ofrece un nuevo aliciente con cada nuevo visionado. Un clásico moderno del cine de fantasía y una de las mejores películas de la historia. Una obra maestra del género.
Lo mejor: Es excelsa y se mantiene fresca como el primer día.
Lo peor: Por ser muy quisquilloso, la escena de Legolas y el Olifante, o que se eliminara la escena de Saruman -está en la versión extendida-. Minucias.