THE RIOT CLUB
Título original: The Riot Club (Posh)
Año: 2014
Duración: 106 minutos
País: Reino Unido
Dirección: Lone Scherfig
Guion: Laura Wade
Música: Kasper Winding
Fotografía: Sebastian Blenkov
Reparto: Sam Claflin, Max Irons, Douglas Booth, Holliday Grainger, Natalie Dormer,Jessica Brown Findlay, Tom Hollander, Sam Reid, Olly Alexander, Tony Way,Ben Schnetzer, Matthew Beard, Xavier Atkins, Freddie Fox,Amanda Fairbank-Hynes y Josh O’Connor
Productora: Blueprint Pictures
Género: Drama
Sinopsis: Alistair Ryle y Miles Richards son dos estudiantes de primer año de la universidad de Oxford. A pesar de que los dos jóvenes son muy diferentes, ambos deciden unirse al famoso ‘Riot Club’, una sociedad exclusiva y muy selectiva para los hijos más privilegiados de Gran Bretaña, que tiene muy mala reputación, donde las cenas en restaurantes caros y el posterior destrozo de los mismos están entre las actividades favoritas de sus selectos miembros. Pero todo se enreda cuando los jovenes, novatos en el privilegiado club, comienzan a meterse en líos que dan lugar a muchos problemas que les complicaran su recién estrenada vida en la universidad… (FilmAffinity)
Llegué a ‘The Riot Club’ gracias a su reparto. Me puse a investigar la filmografía de Josh O’Connor tras ver su película ‘Only You’ y la serie ‘The Durrells’ y llegué a esta cinta plagada de rostros jóvenes y prometedores del cine británico. Uno de estos repartos que el cine inglés monta habitualmente, pero, en esta ocasión, sin recurrir a veteranos de oro.
‘The Riot Club’ cuenta la historia de un grupo de niños ricos que estudian en Oxford y que están llamados a ser las personas más poderosas del país. Lo único que les une es el desprecio hacia todos los que no son como ellos y esta especie de club de rebeldes sin causa que montan para beber y romper cosas.
Los personajes de Sam Caflin y Max Irons entran a formar parte de este grupo cuando se unen a la universidad. Junto a ellos veremos un proceso de introducción en el club que da cuenta de las novatadas en la universidad, al estilo de ‘Goat‘.
Y pronto miraremos toda la función desde fuera porque no hay ni un solo personaje con el que identificarnos o empatizar, todos son sumamente despreciables. Esta historia de los niños de papá que se juntan para ser malos malísimos antes de ir al mundo laboral, puede tener su gracia, pero está pobremente llevada. De golpe y porrazo pertenecen al grupo y de golpe y porrazo están liándola. No hay nada que nos justifique como espectadores que estos hagan lo que hacen, nada. La historia se tambalea por su incosistencia en este aspecto.
¿Si nos olvidamos de esto funciona la cinta? Podría hacerlo. La secuencia completa de la cena tiene su gracia. De hecho, si de mi hubiera dependido, habría comenzado directamente con esta parte, tal vez mostrando algún flashback y ahondando en las consecuencias posteriores. Todo el preludio se puede ahorrar.
Lo que evita que caiga la cinta en un terreno más difuso es la buena labor de su reparto. Sam Caflin, Josh O’Connor, Max Irons, Natalie Dormer, Olly Alexander, Ben Schnetzer… todos ellos nombres a tener en cuenta. Hacen lo que buenamente pueden con un guion endeble y lleno de agujeros, pero al menos no es por ellos por lo que a veces la película roza el ridículo. No dejar de representar unos jóvenes estereotipados y exagerados en exceso.
Si quieres pasar un rato de cine sin mayores pretensiones y descubrir a la nueva hornada de actores británicos, ‘The Riot Club’ puede ser un buen plan. Una cinta que no pasará a la historia y que quedará como obra menor dentro de la trayectoria de sus protagonistas.
Lo mejor: La buena labor de su reparto.
Lo peor: Es endeble, el guion está lleno de agujeros y es inconsistente.