Hace ya 3 años escribí sobre globalización financiera y desigualdad en este blog. Hoy voy a dar unos pocos resultados más, que son una continuación de aquellos, aprovechando que se va a publicar en la revista International Review of Economics and Finance un trabajo escrito por el Professor Stephen J. Turnovsky (de la Universidad de Washington, en Seattle) y por mí mismo. Como se ha dicho en este blog anteriormente, hay muchos factores que influyen sobre la desigualdad, tales como el comercio internacional, el peso de los salarios, u otros, pero, sin embargo, en la literatura económica, se ha estudiado poco el impacto de la globalización financiera (que ha aumentado enormemente) sobre la desigualdad (que también ha aumentado en muchos países).
En este trabajo analizamos cómo una mayor apertura a los mercados financieros internacionales puede afectar a la desigualdad, medida a través del coeficiente de Gini y de los quintiles de renta (de los colectivos con rentas más bajas a los colectivos con rentas más altas). En la medida en que la liberalización financiera aumenta los rendimientos de invertir en el extranjero o reduce los costes de pedir prestado en el extranjero, dado que la mayor parte de estas actividades son realizadas por las personas más ricas de la sociedad, es probable que aumente la desigualdad. Concretamente, vemos que una mayor globalización financiera está asociada a una menor fracción de la renta para los quintiles con menores rentas y, viceversa, a una mayor fracción de renta especialmente al quintil 5 con mayor renta. Son los extremos (el quintil 1 con menor renta y el quintil 5 con mayor renta) los que más sienten el impacto de la globalización financiera sobre su renta. Todo ello conduce a un aumento de la desigualdad (medido según el coeficiente de Gini).
Además, observamos una relación fuerte entre el nivel de desarrollo, medido en nivel de renta per cápita, y la desigualdad de la renta. En efecto, la desigualdad de la renta disminuye a medida que sube la renta per cápita cuando la renta per cápita es relativamente baja y la desigualdad aumenta a partir de un cierto umbral de renta per cápita, lo que se conoce como la “curva de Kuznets invertida”, ya “descubierta” por Tony Atkinson hace más de 20 años. La curva de Kuznets original, que data de 1955, sugiere que la relación de la desigualdad con la renta per cápita tiene forma de U inversa, esto es, la desigualdad aumenta en los primeros estadios del desarrollo industrial (transitando desde economías agrícolas teniendo lugar un fuerte cambio estructural) para tender a disminuir a medida que las economías maduran y los Estados ponen en marcha políticas redistributivas de la renta.
Así, pues, hay que prestar atención a la evolución de los grandes flujos financieros internacionales.
Y con este último post de este curso académico 2021/22 damos por finalizado el décimo aniversario de este blog de Ekonomiaren Plaza, ¡10 AÑOS!, esperando que el lector/la lectora siga siéndonos fiel.
Los autores del blog queremos aprovechar para desearos un feliz verano y unas felices vacaciones.
Hasta la vuelta … en septiembre de 2022.