RIFKIN’S FESTIVAL
Título original: Rifkin’s Festival
Año: 2020
Duración: 92 minutos
País: Estados Unidos / España / Italia
Dirección: Woody Allen
Guion: Woody Allen
Música: Stephane Wrembel
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Gina Gershon, Wallace Shawn, Elena Anaya, Louis Garrel, Christoph Waltz, Steve Guttenberg, Sergi López, Damian Chapa, Georgina Amorós, Yan Tual, Douglas McGrath, Bobby Slayton, Andrea Trepat, Enrique Arce, Ben Temple, Luz Cipriota, Karina Kolokolchykova, Elena Sanz, Manu Fullola, Nathalie Poza, Isabel García Lorca, Ken Appledorn, Rick Zingale, Godeliv Van den Brandt, Natalia Dicenta, Stephanie Figueira, Nick Devlin, Yuri D. Brown y John Sehil
Productora: Gravier Productions, Mediapro, Wildside
Género: Drama / Comedia / Romántico
Sinopsis: Narra la historia de un matrimonio estadounidense que acude al Festival de San Sebastián. La pareja queda prendada del festival, así como de la belleza y encanto de España y la fantasía del mundo del cine. Ella tiene un affaire con un brillante director de cine francés y él se enamora de una bella española residente en la ciudad. (FilmAffinity)
‘Rifkin’s Festival’ es una película especial para los donostiarras, guipuzcoanos y vascos en general. Ir al cine a ver durante hora y media una película internacional rodada íntegramente en nuestra tierra nos saca el enamorado de nuestra tierra que todos llevamos dentro. Y la verdad es que la fotografía de Vittorio Storaro hace que San Sebastián luzca más bella que nunca, y eso que el uso del color en ciertos momentos chirría un pelín.
‘Rifkin’s Festival’ es una comedia romántica al estilo de Woody Allen. Protagonizada por Mort Rifkin, interpretado por Wallace Shawn, un veterano profesor de cine desencantado con su matrimonio y el propio cine. Mientras su mujer, Gina Gershon, está centrada en la promoción de un director francés, Louis Garrel, él conoce a una doctora con la que establece una relación platónica, Elena Anaya.
La película, lo que es la trama de Rifkin’s Festival, daría para mucho más si Woody Allen hubiese estado interesado en contar esa parte. Pero no, a Allen le da igual la historia de la película. A él lo que de verdad le importa es homenajear a sus maestros del cine, principalmente europeos. Maestros como Fellini, Truffaut, Bergman, Godard, Buñuel o Welles, son aquí homenajeados en forma de sueños que recrean algunas de sus más célebres películas. Woody Allen introduce en la trama sus versiones de ‘Jules et Jim’, ‘Ciudadano Kane’, ‘El ángel exterminador’, ‘El séptimo sello’, ‘Fellini, ocho y medio’, etc.
Valiéndose de localizaciones inmejorables de San Sebastián, y alrededores, la película gana también en espectacularidad visual. Un paisaje peculiar, unos salones llamativos y una ciudad siempre agradable de ver, mucho más en pantalla grande. Así tenemos el paisaje de Pasajes o Igeldo, saliendo de la capital. Pero dentro de Donostia vemos el Teatro Victoria Eugenia, el Hotel Maria Cristina, el Museo San Telmo, la Diputación de Gipuzkoa, la Plaza de Gipuzkoa, el Palacio de Aiete, la playa de La Concha, etc. Una selección de localizaciones que sirven como campaña turística de hora y media.
Lo malo de ‘Rifkin’s Festival’ es que está hecho medio con desgana. Allen es de los que sigue rodando porque es lo suyo y porque tiene que darle vida a lo que escribe. Pero ‘Rifkin’s Festival’ está lejos de la brillantez de ‘Annie Hall’ o ‘Manhattan’. Y aunque el guion captura bien esos puntos que cualquier asistente a un festival de cine como el Festival de San Sebastián podrá reconocer, es lastrada por la historia de amor triste que nos plantea. Los actores protagonistas, especialmente Shawn, salvan la función con sus ganas por salir en esta película. Gershon, Garrel o Anaya dan lo mejor de sí mismos, mientras que Sergi López hace lo que puede con la caricatura que le ha tocado.
‘Rifkin’s Festival’ no va a pasar a la lista de grandes obras de Woody Allen. Es una película interesante por su homenaje al cine y por ver Donostia en la pantalla grande. Pero como ejercicio de cine no deja de ser una película rutinaria, hecha con piloto automático y sin una idea especialmente brillante detrás. Es posible que sea el epitafio en forma de película del maestro Woody Allen. Un epitafio que siempre podremos decir que firmó en nuestra ciudad, en San Sebastián.
Lo mejor: Los homenajes a sus grandes maestros del cine, la parte de la historia que de verdad le interesaba contar.
Lo peor: Se ha montado una comedia romántica escrita con desgana y como mera excusa para incluir los mencionados homenajes.