THE GIVER

Título original: The Giver

Año: 2014

Duración: 94 minutos

País: Estados Unidos

Dirección: Phillip Noyce

Guion: Michael Mitnick

Música: Marco Beltrami

Fotografía: Ross Emery

Reparto: Meryl Streep, Jeff Bridges, Alexander Skarsgård, Odeya Rush, Brenton Thwaites, Katie Holmes, Taylor Swift, Cameron Monaghan y Emma Tremblay

Productora: As Is Productions / Tonik Productions / Walden Media

Género: Ciencia ficción / Fantástico / Drama

Sinopsis: Jonás es un chico de doce años que vive en una sociedad, basada en la Monotonía y la Igualdad, que ha conseguido eliminar el dolor y los sentimientos. Jonas es seleccionado como “Receptor de la Memoria”; su misión consiste en almacenar todos los recuerdos de la época anterior a la implantación del régimen de la Monotonía. Ese depósito de la memoria podría ser necesario en caso de que los líderes necesitaran tomar decisiones en las que la experiencia fuera un factor decisivo. Muy pronto Jonas se dará cuenta de lo superficial que es la vida en su comunidad. (FilmAffinity)

‘The Giver’ es una de las muchas películas distópicas destinadas a un público joven que se hicieron a principios de la década. Dudo mucho que esta película hubiese llegado a algún lado sin que otras como ‘Los juegos del hambre‘, ‘El corredor del laberinto‘ o ‘Divergente‘ no hubieran abierto el camino. Es, por tanto, una más en un momento donde este tipo de películas abundaban. Es decir, tuvo que competir de tú a tú con otras películas similares y con mayores presupuestos. ¿El resultado? La gente se ha olvidado de ella.

Al contrario que otras cintas similares de la época, ‘The Giver’, no opta por la acción como su principal gancho. Es una película que invita mucho más a la reflexión que sus coetáneas. Una película que nos sitúa en un momento y lugar concretos y que necesariamente nos hacen cuestionarnos si lo que estamos haciendo en nuestro día a día está bien o no.

‘The Giver’ se sitúa en una ciudad en un futuro indeterminado donde han sido eliminados los sentimientos, los colores, las diferencias y cualquier elemento que lleve a alguien a destacar. Es una sociedad programada para realizar ciertas tareas, con la interacción muy limitada y sin acceso a la música, al cine, al baile, al deporte o a cualquier otro entretenimiento. Establecer paralelismos con cierto regímenes autoritarios, del pasado o presente.

En esta sociedad, cuando un joven se hace adulto, le es asignado un trabajo concreto, un núcleo familiar, etc. Uno de ellos es el receptor de la memoria. A Brenton Thwaites le toca este papel. Él será quien reciba los conocimientos del que hasta entonces atesoraba toda la memoria, Jeff Bridges. Mediante contacto con la piel el mayor le va transmitiendo su conocimiento al joven. Es en ese momento cuando Jonás se empieza a cuestionar la organización social en la que ha estado viviendo toda su vida. Es aquí cuando se pone más en evidencia aquello de que el conocimiento nos hace libres. Nunca mejor mostrado.

El problema con ‘The Giver’ no es de base. Si miramos la base, esta película tiene unos cimientos más creíbles, y extrapolables a la realidad, que ‘Divergente‘ o ‘El corredor del laberinto‘. La película podemos leerla en clave política, social o religiosa. El problema principal con el que se encuentra es que nada en ella consigue apasionar al espectador. Mientras ‘Los juegos del hambre‘ nos sumergen en su mundo distópico con toda la crudeza, ‘The Giver’ no logra capturar nuestra atención en ningún momento de forma que cuando termine queramos más. Y esto es un problemón, la cinta claramente estaba planeada para tener más entregas. Pero no podrá ser posible.

Lo mejor que tiene la película es su reparto. Meryl Streep o Jeff Bridges están bien, han tenido mejores papeles, pero vuelven a dar el callo. Entre los jóvenes tenemos al mencionado Brenton Thwaites, a Odeya Rush, Cameron Monaghan, Taylor Swift o Emma Tremblay. Todos ellos lo hacen bien. Es complicado encontrar películas con tantos protagonistas jóvenes donde ninguno de vergüenza ajena, pero no, no es el caso.

‘The Giver’ es una buena alternativa a las películas distópicas adolescentes de acción. Una película que invita a la reflexión. Una cinta que, aunque de ciencia ficción, obligatoriamente nos establece paralelismos con ciertas realidades que vivimos.

Lo mejor: Su planteamiento y que invita a la reflexión.

Lo peor: No está hecha con mimo, lo que lastra definitivamente un conjunto que apuntaba maneras.