Atención, porque de lo que se habla hoy aquí es de un vino de culto. Es de esos cavas que sólo se encuentran en contadas ocasiones, suelen ser difíciles de encontrar, se habla de ellos en ciertos ambientes de vinos de calidad y se beben en pequeños circulos de gente que sabe de vinos.

Elisabet Raventós de Raventós i Blanc es un capricho de D. Manuel Raventós, hijo de D. Jose María Raventós, el hombre que puso los pilares de esta bodega única en Sant Sadurní. Un capricho porque para empezar es un cava millessime, lo que quiere decir que sólo se hace en los mejores años de la uva, lleva un pequeño porcentaje de uva monastrell, esa uva tinta del mediterráneo que tiene un carácter diferente, tiene 40 meses de crianza y que entre unas cosas y otras pasa 5 años entre que se recoge la uva y sale la botella al mercado y es un vino tan personal que D. Manuel decidió ponerle el nombre de su hija a este gran cava.

Nos encontramos con mucha manzana, con una burbuja fina, con una elegancia que no se encuentra en muchos cavas, es más, hay momentos que podrías confundirte y pensar que este cava es un chanpagne. Quizás lo que más se quede atrás sea la mineralidad, que la tiene y que va apareciendo a medida que el vino se calienta en la copa, pero a cambio tiene la monastrell que es divertida, con menos sutilezas y que le aporta a la copa profundidad y alegría. Es la joya que llevas como regalo a esa casa a la que te han invitado a cenar. Verán que es 2006, se creeran que está pasado pero cuando se pruebe. Te volverán a invitar porque lo recordarán siempre.

Con razón la familia Raventós, ahora con Pepe de cabeza más visible, se ha salido de la DO cava, ellos hacen cosas muy especiales junto a otras bodegas que se presentan con productos de mucha calidad y que no pueden perder el tiempo en un euro arriba o abajo. Y dicho esto esta joya única se encuentra en el mercado por 19 euros (Lukas en San Sebastián). No es fácil hacer las cosas tan bien.

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