STAR WARS: EL ASCENSO DE SKYWALKER
Título original: Star Wars: The Rise of Skywalker
Año: 2019
Duración: 141 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: J.J. Abrams
Guion: J.J. Abrams y Chris Terrio
Música: John Williams
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Kelly Marie Tran, Joonas Suotamo, Domhnall Gleeson, Ian McDiarmid, Carrie Fisher, Anthony Daniels, Keri Russell, Billie Lourd, Lupita Nyong’o, Billy Dee Williams, Naomi Ackie, Richard E. Grant, Dominic Monaghan, Freddie Prinze Jr., Greg Grunberg, Jimmy Vee, Denis Lawson, Richard Bremmer, Amir El-Masry, Dave Chapman, Harrison Ford, Mark Hamill, Nasser Memarzia, Simon Paisley Day, Brian Herring, Philicia Saunders, Lin-Manuel Miranda, Jodie Comer, Billy Howle, Warwick Davis, Cailey Fleming, Ann Firbank y John Williams
Productora: Lucasfilm / Bad Robot / Walt Disney Pictures
Género: Ciencia ficción / Aventuras / Fantástico / Acción
Sinopsis: Un año después de los eventos de Los últimos Jedi, los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo. Final de la trilogía iniciada con “El despertar de la Fuerza”. (FilmAffinity)
‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ es sintomática del problema principal que ha asolado el planteamiento de esta nueva trilogía: contentar a los fans. Excepto el espejismo de ‘Star Wars: Los últimos Jedi‘, el resto de la nueva trilogía flaquea por no proponer nada nuevo. Una sucesión de autohomenajes que no llevan a ningún sitio, sin una historia bien asentada y sin ninguna profundidad.
Aunque tal vez es esto lo que el fan de ‘Star Wars‘ demanda. Vistas las críticas feroces que recibió Rian Johnson por parte de los seguidores de la franquicia me queda claro que novedad es lo último que esperará un fan de ‘Star Wars‘. Mejor ver una y otra vez la misma película. Claro que como dice el dicho popular, otro vendrá que bueno te hará. Y es que Johnson tiene que estar ahora regodeándose en su sillón viendo el éxito de crítica y público que consigue ‘Puñales por la espalda‘ y el mal recibimiento que está teniendo esta última ‘Star Wars‘. El problema radica en que ni dando lo que se supone que el fan de ‘Star Wars‘ espera el resultado es ya satisfactorio. La franquicia “se despide” por la puerta de atrás gracias a la poca, o nula, ambición de J.J. Abrams.
La saga que comenzó con una película más que decente que calcaba el episodio IV ha terminado con otra que intenta pasar por remiendo de ‘Los últimos Jedi‘ cuando lo único que consigue ser es la sepulturera de la historia. Tal vez ‘Star Wars‘ haya ido demasiado lejos estirando un chicle que nunca dio para tanto. Tanto las precuelas como las secuelas han fallado en conectar como la trilogía original, y no es casualidad. La poca ambición, la excesiva autocomplacencia y las ganas desmesuradas por gustar a todo el mundo han sepultado ‘Star Wars‘.
Se puede decir que J.J. Abrams es el director ideal para ponerle este punto final tan amargo. Un director que no ha buscado nada nuevo en esta franquicia. Su trabajo se ha limitado a tomar escenas de películas anteriores y darles una nueva pátina para montar una nueva película. ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ es una sucesión de homenajes poco sutiles a ‘El imperio contraataca‘ y ‘La venganza de los Sith‘, además de todas las demás películas de la franquicia, aunque finalmente el regusto que deja está más próximo a ‘El retorno del Jedi‘. Una oportunidad perdida para poner el broche final en lo alto. Una saga que se conforma con hacer taquilla, sin exigirse nada. Pero es propio del cine actual, ¿para qué pensar en cosas nuevas si podemos hacer lo mismo y seguirá funcionando? Y mientras la gente lo siga comprando seguiremos viendo películas así, no es un mal solo de esta saga.
Centrándome en ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ la película funciona solo cuando el foco se centra en Daisy Ridley y Adam Driver, este último lo mejor que le ha pasado a la trilogía de secuelas. Ambos personajes, Rey y Kylo Ren, tienen la única historia aprovechable y el único arco argumental que se sostiene. El juego en el filo entre la luz y la oscuridad que ambos personajes llevan jugando desde ‘Los últimos Jedi‘ ha sido el sostén real de esta despedida. Y en buena medida es gracias a la implicación y las dotes de Adam Driver, que consigue defender un personaje al que le dan un cierre realmente decepcionante para lo que prometía. Con lo que podría haber sido Kylo Ren. Pero ya sabemos: finales que gusten a la gente y que les haga aplaudir (sí, ha habido aplausos en el pase al que he asistido).
El resto de personajes están desaprovechados. John Boyega sigue sin convencer, Oscar Isaac reducido a secundario y Domhnall Gleeson con un giro de argumento zafio, el resto de los nuevos no pasan de tener un par de frasecitas y de aparecer para convencer a Disney de que han estado en la peli. De los veteranos, Harrison Ford y Mark Hamill salvan la papeleta con dignidad y sin disimular que no les ha entusiasmado nada estas nuevas películas. Ian McDiarmid es un malo de pacotilla en este su enésimo retorno, una parodia injusta para el “malo malísimo” de la saga.
Finalmente, Carrie Fisher, merece apartado propio. El cierre final puede estar bien, es poético y “digno”, pero no el papel que tiene en la película. Entiendo perfectamente que su muerte hacía complicado encajar su participación en la cinta. Una ausencia así no se salva de cualquier manera. Pero en ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ alguien pensó que sería buena idea rescatar las imágenes desechadas de Fisher de ‘El despertar de la fuerza‘ y encuadrarlas en esta como sea. La técnica permite hacer maravillas, pero esto es cutre y barato. Los diálogos de la Princesa Leia son de auténtico chiste. Esto de que hable con frases hechas tiene un pase si se trata de una o dos. De nuevo estamos ante la falta de valentía de J.J. Abrams y su equipo. En lugar de atreverse a cargarse a la Princesa Leia al principio de la película y evitarse el bochorno, mejor tenerla de esta manera. Y sí, es muy bonito ver por una última vez a Carrie Fisher en la pantalla grande tras su muerte, pero no merecía algo así.
‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ es víctima de sí misma y de esta sociedad de corrección política. Cuando ‘Los últimos Jedi‘ salió se criticó entre otras cosas su valentía. Johnson dio su visión de un universo que podría ir más allá de las tres o cuatro historias que se nos han contado una y otra vez. Demostró que ‘Star Wars‘ podía tener más vida, pero ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ tira por tierra eso. El contentar a todo el mundo termina siendo un cáncer que asola el cine actual, especialmente el comercial. El pavor a perder taquilla hace que los estudios vayan pisando huevos y no se atrevan a innovar nada. Y cuando alguien innova se lo cargan. Hoy momentos como el “Luke, soy tu padre” de ‘El imperio contraataca‘ serían recibidos con abucheos. Si hasta los segundos de silencio cuando una nave destruía a toda la Primera Orden en ‘Los últimos Jedi‘ tuvo que ser justificado por los cines ante gente que pedía la devolución de la entrada porque “la cinta estaba estropeada”. Cuando el espectador medio se acostumbra a un cine facilón, es complicado permitirse ciertas licencias creativas. Y ya ni hablemos de salirse del guion preestablecido.
El tiempo dirá si ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ merece un lugar digno en la historia de ‘Star Wars‘. Realmente lo dudo, aunque yo mismo me alegraría de comerme mis propias palabras. Lo único que ahora nos queda es dar carpetazo a ‘Star Wars‘ como lo hemos conocido hasta ahora y esperar que “autores de verdad” vengan a rescatar lo que una vez fue. ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ despide por la puerta de atrás esta historia, una verdadera lástima.
Lo mejor: Adam Driver. También John Williams, este nunca falla.
Lo peor: La falta de valentía, el poco riesgo que toma, lo previsible que es… Y la resolución de la historia de Carrie Fisher, indigna para su memoria.