EL GRAN SHOWMAN
Título original: The Greatest Showman
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Michael Gracey
Guion: Jenny Bicks y Bill Condon (Historia: Jenny Bicks)
Música: Benj Pasek, Justin Paul
Fotografía: Seamus McGarvey
Reparto: Hugh Jackman, Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson,Diahann Carroll, Fredric Lehne, Keala Settle, Yahya Abdul-Mateen II, Isaac Eshete,Katrina E. Perkins, John Druzba, Shawn Contois, Ethan Coskay y Jamie Jackson
Productora: Chernin Entertainment / 20th Century-Fox Film Corporation
Género: Musical / Drama / Biográfico
Biopic sobre Phineas Taylor Barnum (1810-1891), un empresario circense estadounidense que fundó el “Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus”, conocido como “el mayor espectáculo en la tierra”. (FilmAffinity)
Hugh Jackman tiene la capacidad de conectar todos sus personajes con el espectador de manera fascinante. Lo ha hecho durante más de 15 años con ‘Logan‘ y lo hace con todos los retos que se le ponen por delante. Este actor, desgraciadamente encasillado en el papel de ‘Lobezno‘, ha demostrado ser un intérprete sobradamente preparado, amplio en sus registros y con una sorprendente capacidad para cantar y bailar, dos cosas que adora. No hace falta mucho para que Jackman arranque a bailotear y cantar, tal vez su faceta como actor que más disfruta.
Junto a su propio disfrute, Jackman es hábil a la hora de contagiarnos a todos los espectadores, incluso con una película que es el videoclip más largo de la historia. ‘El gran showman’ encadena actuación musical tras actuación musical con una realización brillantísima, una cuidadísima producción y con música original, algo que se ve muy poco en el cine musical actual. Pero la música no es simplemente original para la cinta, también es altamente comercial. Así, si tú ves la película será difícil que no te imagines todos y cada uno de los números que verás en tu butaca como grandes hits de las listas de ventas.
No la vi en su momento en el cine, pero lo he hecho tiempo después en mi casa, en mi sofá, y creo que la he disfrutado igualmente. Sí, es altamente edulcorada. Es buenrollista. Es una feel-good movie de manual. Los personajes desprenden tanta luz como azúcar. Y el buenismo de la trama sobre el empresario de circo que recluta un grupo de rarezas encandila inevitablemente. Todo un pack hecho para que a los 105 minutos salgamos de donde estemos con una sonrisa de oreja a oreja, canturreando sus temas, intentando imitar algún paso de baile, deseando ser Zac Efron o Zendaya en su espectacular número musical y con ganas de comprar la banda sonora. Que ojo, casi nadie sigue comprando discos hoy en día, así que sumar algunos “raros” más al club no está mal del todo.
Ahora bien, no es una película perfecta, aunque tampoco lo pretende. La imagen, como generada toda por ordenador, lastra la experiencia que se percibe más como una fantasía del cine que algo real. No se nos olvide que cuenta la vida de P.T. Barnum y su circo. No es una invención de Hollywood, es una historia que estaba ahí y que queda como eso, una fantasía, por darle este aspecto de videojuego. Algo más realista, menos CGI y menos cartón piedra, habría sumado más.
La diferencia de edad de los protagonistas, que pasan de tener la misma edad en la infancia a crecer y llevarse 12 años, los que se llevan Hugh Jackman y Michelle Williams, aunque tenemos que creernos que son de la misma edad y tal. La entrada de ciertos personajes está falta de profundización, como el de Zac Efron, aunque se lo perdonamos porque el desarrollo compensa la entrada brusca, y Efron lo hace bien en su regreso al género musical que lo vio nacer en el cine.
También me parece negativo el tratamiento del racismo que hacen con el personaje de Zendaya. A ver, incluso poniendo de nuestra parte, Zendaya no da el perfil de chica que sufría por estas cosas. No tiene ningún tipo de deformidad o rareza física, su único drama, y que descubrimos de pasada para no volverlo a tocar, es ser “negra”, lo pongo entre comillas porque es más Beyoncé que Viola Davis, no sé si me explico. Aunque nos pongamos en situación, en la del siglo XIX, cuesta creer que ella sufra de esto, y que esto sea razón para entrar en un lugar donde la rareza física es norma, ¿qué tiene de raro el color de piel?
Pero su gran potencial, y por lo que queda grabado a fuego en la mente del espectador, es por sus números musicales. Están ejecutadas a la perfección. Una coreografía de bailes y movimientos de cámara perfectamente ejecutados que hacen de ‘El gran showman’ uno de los mejores musicales de lo que llevamos de siglo. Especialmente brillante es el número de Efron y Zendaya, visualmente la más potente, con el trapecio, aunque la canción que pasaría a la posteridad sería This Is Me, que estuvo nominada para el Óscar.
Muy recomendable para pasar un rato divertido. Se convertirá, si te gusta, en una de esas películas que querrás ver de tanto en cuando y de las que no te cansarás jamás.
Lo mejor: Los números musicales, especialmente el de Rewrite The Stars.
Lo peor: La estética elegida hace que sea complicado verla como una película biográfica.